Fiesta en el metro para reivindicar la bajada del precio del transporte público
El colectivo Stop Subidas ocupa el vestíbulo de la estación del metro de Sagrera
Actuaciones musicales, bocadillos y sacos de dormir. Cuando se ayer se cumplían 100 días de la primera protesta de la plataforma Stop Subidas, el colectivo organizó ayer una fiesta reivindicativa en el vestíbulo de la estación del metro de Sagrera para seguir reclamando la bajada de los precios del transporte público.
Las acciones habituales de los manifestantes, que se concentran cada miércoles para abrir las barreras de diferentes estaciones de metro, variaron ayer. Alas 19 horas, unas 200 personas partieron desde una veintena de estaciones de metro para confluir en el intercambiador de Sagrera, uno de los más importantes de la ciudad, en lo que bautizaron como Ocupemos el metro. Entre las proclamas habituales, como “Esta subida no la pagaremos” o “Sí se puede”, la protesta colapsó la estación, que se convirtió en un escenario musical por el que desfilaron un cantautor y el coro de los Yayoflautas.
Entre los concentrados, mucha gente joven junto a parados y jubilados. María Antonia Díez, llegada desde Sant Andreu, reconoció que estaba allí porque su pensión no le da “ni para una T-10 al mes”.
La protesta coincidió con una reunión de la Mesa Social que Stop Subidas con la Autoridad del Transporte (ATM) para negociar la rebaja tarifaria. Un portavoz de la protesta reconoció que la reunión había sido una “terrible decepción”, y subrayó que los directivos de ATM defendieron solo “su equilibrio financiero”. Algunos de los concentrados tenían previsto pasar la noche en el vestíbulo de la estación de Sagrera.
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