Interceptado en Lugo el primer envío de cocaína líquida diluida en vidrios
La droga llegó a Barajas y fue detectada en un análisis químico Se montó una entrega controlada para llegar al receptor y poder detenerlo
La Guardia Civil de Lugo, en colaboración con la Agencia Tributaria detuvo a H.F.C de 29 años, vecino de Burela, como receptor de un envió de 183 gramos de cocaína líquida, el primero de estas características que se detecta en esta provincia y uno de los más sofisticados por su camuflaje que se han interceptado en España. La operación se inició el pasado mes de diciembre cuando agentes de la Unidad de Análisis de Riesgos del Aeropuerto de Madrid-Barajas detectaron un paquete procedente de Brasil que contenía dos cuadros que en principio pasaron los controles convencionales aeroportuarios.
Pero, tras un posterior análisis en los laboratorios de la Policía, se detectó cocaína líquida impregnada entre los cristales y espejos que traían un embalaje especial que hacía indetectable la droga en los escáneres. El paquete, sin embargo no fue requisado y se coordinó con dos juzgados de Madrid y otro de Vivero la entrega vigilada por parte de los agentes para poder detener a los receptores del envío. Entonces se montó un dispositivo policial entre agentes de la Guardia Civil y del Servicio Vigilancia Aduanera para realizar un seguimiento de la cocaína que les llevó hasta Lugo, aunque, debido a las medidas de control y seguridad adoptadas por sus destinatarios, nadie llegó a retirar el envío.
Pero los agentes que controlaban la entrega observaron como H.F.C. hacía fotografías al paquete que luego fueron enviadas a otro de los implicados por lo que se procedió a su detención. En la misma operación, denominada Tarsila, también están implicadas otras dos personas como presuntos colaboradores en la introducción de la droga en Galicia, valorada en unos 7.000 euros. La cocaína es una sustancia muy soluble por lo que puede mezclarse fácilmente con otros materiales para camuflarla. Esto ha permitido a los traficantes invertir en investigación para crear nuevos métodos de exportación desde los países productores de cocaína para disfrazarla y ocultarla para que sea prácticamente imperceptible para los controles policiales.
La cocaína líquida es una de estas nuevas formas de movilidad de la droga y que ha sido detectada entre como diversos productos alimenticios de exportación, incluso en botellas de vino o whisky, disuelta en el mismo líquido. La droga se diluye en la sustancia y mediante un proceso químico se recupera su estado natural. Desde 2006 de han interceptado pequeños envíos en Galicia. En mayo de 2011, en una operación conjunta de la Policía española y portuguesa, se capturó una partida de 56 kilos de cocaína líquida camuflada en latas de piña procedentes de Ecuador y Colombia. La droga cuyo destino era Galicia, fue valorada en 2,4 millones de euros. El último alijo se incautó en noviembre del pasado año cuando se intervinieron 60 kilos disueltos en bidones de biodiésel y fue desmantelada una red de gallegos y argentinos que operaban a través de una empresa legal de importación.
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