Laboral Kutxa pierde sin sus guías
Cae en la cancha del Murcia con una raquítica aportación de San Emeterio y Noccioni
El Laboral Kutxa de Vitoria, que tuvo a un gran Heurtel pero echó de menos más aportación de Nocioni y San Emeterio, ha perdido (9-80) en Murcia ante un UCAM que mandó casi siempre y realizó un gran trabajo colectivo. Con este resultado, aunque sigue siendo séptimo, los vascos dan un paso atrás en su objetivo de disputar los play off por el título y los granas se toman un respiro en su pelea por la salvación.
El conjunto murciano comenzó más centrado y suyas fueron las primeras ventajas (9-5 y 15-10), pero un triple de Causeur ponía por delante al Laboral Kutxa por primera vez en el encuentro y un parcial de 1-9 le hizo ganar por tres tantos (16-19). Fue la última vez que se vieron por delante en el electrónico.
Los vitorianos se dejaron sorprender en los últimos minutos del primer cuarto, que concluyó con 11 puntos seguidos de los locales y ninguno de los visitantes para cerrarse este periodo con un triple de Wood que ponía el 27-19 tras el primer parón obligado de la mañana. El cuadro dirigido por Marcelo Nicola iba decantando la balanza a su favor merced a su acierto más allá de la línea de 6,75 metros (6/9).
La decoración se mantuvo similar en el segundo cuarto y el UCAM, lanzado con un buen juego colectivo y la aparición de Davis, cobró su máxima renta de 16 tantos (42-26) con 15 minutos de partido disputados.
Murcia, 89-Laboral Kutxa, 80
UCAM Murcia Club Baloncesto (27+19+17+26): San Miguel (11), Berni Rodríguez (15), Wood (3), Radovic (8) y Lima (17) -cinco inicial-, Ben Romdhane (12), Sergio Sánchez (1), Orukpe (-), Ketali (7) y Davis (15).
Laboral Kutxa de Vitoria (19+18+20+23): Heurtel (22), Causeur (9), San Emeterio (2), Mainoldi (5) y Pleiss (12) -cinco inicial-, Nocioni (8), Poeta (-), Hanga (8), Hamilton (8) y Jelínek (6).
Arbitros: Juan Carlos García González, Juan Luis Redondo y Pedro Munar. Eliminaron por cinco faltas personales al visitante Pleiss en el minuto 37.
Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo sexta jornada de la Liga Adelante de baloncesto que se disputó en el Palacio de los Deportes de Murcia ante 5.311 espectadores.
A Sergio Scariolo, técnico del Laboral Kutxa, no le gustaba nada lo que veía y pidió una mayor implicación defensiva a sus jugadores, que al menos frenaron la sangría para llegar al descanso con un 46-37 que fue menos grave que las sensaciones del equipo. Y esas sensaciones fueron todavía peores en la reanudación del choque, pues el UCAM, con nueve puntos en el arranque, estiraron su renta a un 55-37 que obligó a Scariolo a llamar a los suyos a capítulo de nuevo.
El tiempo muerto dio resultado y apenas un minuto después, fue Nicola el que paró el encuentro al ver como la distancia en el marcador se había reducido en siete puntos en un abrir y cerrar de ojos. Los vascos, liderados en ataque por Heurtel, ya se habían puesto en la faena de defender y la consecuencia de ello fue que ambos equipos entraron en el último periodo con todo por decidir, aunque con ventaja local (63-57).
Un triple de Nocioni puso el 65-63 todavía con ocho minutos por jugar y, aunque el Laboral Kutxa tuvo un par de ataques para tomar ventaja, el UCAM resurgió cuando más falta le hacía y volvió a tener mucha fluidez en ataque. De hecho, sentenció el choque con cierta facilidad, algo difícil de sospechar instantes antes. Un triple de San Miguel con todavía cuatro minutos por jugar puso el 79-68 en el luminoso del Palacio de los Deportes y ahí se acabó la resistencia baskonista ante un rival que, ante las bajas por lesión de sus pívots Antelo y Tillie, se mostró unido y más fuerte que nunca como bloque.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.