Desarticulada una banda que robaba a ancianos en la zona oeste de la región

La llamada Operación Bunici desarrollada por la Guardia Civil ha permitido la detención de una banda formada por seis personas, entre ellas un menor, acusados de haber cometido al menos 25 asaltos a personas de avanzada edad en la zona oeste, según ha informado la Comandancia de Madrid del instituto armado. Los supuestos ladrones se apoderaban de las joyas y del dinero en efectivo. 

La banda se movía por diversos municipios de la región, entre los que destacan Majadahonda, Valdetorres del Jarama, Manzanares el Real, San lorenzo del Escorial, Navalcarnero, San Martín de Valdeiglesias, Navas del Rey, Galapagar, Algete, Pinto, Villa del Prado o Brunete. De hecho, los agentes están cotejando denuncias en otras comunidades autónomas por su posible implicación en hechos similares. 

Las investigaciones las iniciaron los agentes del puesto de Majadahonda ante el incremento de denuncias en las que se ponía en conocimiento hurtos, robos con fuerza o con violencia. En todas había un mismo patrón delincuencial. En estos hechos, se dedujo que los supuestos autores distraían a sus víctimas mientras les ofrecían el que firmaran en beneficio de falsas ONG. Otro de los compinches aprovechaba este momento para sustraerles todos los efectos de valor que portaran. Si las víctimas se resistían, no dudaban en ejercer la violencia.

Las pesquisas llevaron hasta un grupo organizado, integrado por seis ciudadanos rumanos. Su única actividad consistía en realizar esta actividad delictiva a la que dedicaban todo su tiempo, según el instituto armado.

Los integrantes del grupo, estaban vinculados familliarmente entre sí y residían en un barrio de Madrid. Además, contaban con diversos vehículos para desplazarse a la zona elegida para actuar. En ocasiones se los intercambiaban para dificultar su localización.

Los ya detenidos, contaban con una férrea estructura delincuencial, teniendo cada uno de ellos distribuida la función que tenían que realizar cuando cometían los hechos delictivos. Eran expertos conocedores de los lugares utilizados por los ancianos para sus paseos y tránsito buscando la idoneidad del sitio para perpetrar el hecho delictivo.

Las víctimas preferidas, eran ancianos entre los 70 y los 80 años, en especial aquellos que a su vista fueran más vulnerables y que su capacidad de reacción fuera escasa o nula. Se aseguraban así el éxito de su operación. También eran muy cuidadosos al elegir a sus víctimas. A veces recorrían hasta cinco municipios y cientos de kilómetros en busca de víctimas idoneas.

Entre los detenidos hay un menor de edad, siendo los demás jóvenes que no superan los 22 años. Tras ser puestos a disposición de la Autoridad Judicial competente, esta decretó el ingreso en prisión de los cinco detenidos mayores de edad.