Las lluvias registradas en Galicia en invierno duplicaron la media normal

El invierno 2013-2014 fue el cuarto más lluvioso desde el año 1961 y el que el que registró más precipitaciones desde 2001, al situarse la media en 777 litros acumulados por metro cuadrado, lo que representa un 51% más de lo normal. El director de MeteoGalicia, Vicente Pérez, ha hecho público el informe climatológico del invierno que acaba de terminar, durante la jornada de puertas abiertas que este viernes se celebra en la sede de este departamento dependiente de la Consellería de Medio Ambiente, como adelanto a la conmemoración, el próximo domingo, día 23 de marzo, del Día Mundial de la Meteorología.

Según ha indicado, este invierno destacó, principalmente, por el número "anormalmente alto" de borrascas de origen explosivo que afectaron a Galicia, comenzando con la denominada Dirk, los días 23 y 24 de diciembre, y terminando con Ulla, el 14 de febrero. Entre ellas, hubo otras cinco. El director de MeteoGalicia ha señalado que este tipo de borrascas trajeron vientos muy fuertes, con ráfagas superiores a los 100 kilómetros por hora, y lluvias por momento intensas. Fue la combinación de lluvia y viento lo que ocasionó numerosos problemas en las infraestructuras.

La consecuencia en el mar de estas borrascas profundas y de rápido desarrollo fue un mar de fondo muy fuerte, dando lugar a que se establecieran siete alertas rojas por este fenómeno. Este tipo de ondas, con mucha energía, causaron también numerosos daños en la costa. En relación con las precipitaciones, el invierno destacó por la cantidad de precipitaciones y, sobre todo, por el elevado número de días con lluvia. La precipitación media fue de 777 litros por metro cuadrado, lo que representa un 21%más de lo normal. En este sentido, destacan los datos registrados en Santiago de Compostela llovió durante 76 de los 90 días del invierno, de los que 43 fueron consecutivos --del 11 de enero al 22 de febrero--.

El mes de diciembre comenzó con dos semanas caracterizadas por el buen tiempo y la ausencia de lluvia, seguido de un periodo de paso de frentes muy activos, destacado la madrugada del día 24 de diciembre, cuando se registraron valores muy altos de precipitación en muchas localidades gallegas.

Vicente Pérez ha señalado que, en el ámbito de las temperaturas, el invierno fue bastante variable, puesto que comenzó con un período de diez días en el que se dieron fuertes heladas que fueron las responsables de que las temperaturas quedasen por debajo de la media climática. La segunda quincena de diciembre estuvo marcada por temperaturas cuyos valores máximos resultaron normales, por los vientos de suroeste que dejaron valores diurnos bastante suaves. El mes de enero resultó cálido debido a la frecuente presencia de borrascas, que dejaron muchos días de temperaturas suaves.

El inverno terminó con un febrero en el que las temperaturas estuvieron por debajo de lo normal, sobre todo, en los valores diurnos, ya que no hubo grandes episodios de heladas. La presencia de viento y nuevos, hizo que las temperaturas no subiesen durante el día y que bajasen durante la noche. Las zonas de altas montañas de las provincias de Lugo y Ourense, registraron las temperaturas más bajas. En el litoral se registraron los valores más altos en esta variable.