Calidad en la periferia

Acaso sea la periferia la que acoge dos de los conciertos más interesantes del fin de semana. En Alcobendas, el madrileño Quique González, quien, con su Delantera mítica en el costado, sigue presumiendo de ser el cantautor más rockero de España, o el rockero de letras más intimistas; y en Getafe, Mísia, con esa forma renovada de ver el fado y un nuevo disco, Delikatessen Café Concerto, “una comida mágica y caótica en la que podemos saborear algunas de las canciones que adoro”, según su propia definición. Incluye títulos tan conocidos como Nanas de la cebolla, Contigo aprendí, Qué será… y colaboraciones tan improbables, como la de Iggy Pop, o tan sensuales como la de Adriana Calcanhotto. Hoy lo degusta en Getafe.

El indie más radical llega del norte de Europa, con la danesa Mo. Con solo un disco en el mercado, No Mythologies to follow, y poca historia más ha sido una de las sensaciones de los últimos meses, como pudieron comprobar los que ya la vieron el pasado septiembre en el festiva DCODE.

El punk tardío lo traen los británicos The Bussines, que llevan en activo desde los ochenta. Una canción sobresale en su repertorio, Harry may, con la que se dieron a conocer. Serán teloneados por un grupo de rima divertida, Bogavantes con Tirantes. Los amantes del heavy melódico pueden disfrutar de Amaranthe, antes conocidos como Avalanche, la banda sueca de metal que por motivos legales cambió su nombre.

El Mediterráneo suena en las canciones de D’Callaos, arropado con tonalidades árabes y, a veces, ecos rumberos. Flamenco revisitado que alcanza su cima en su reciente disco, Oír tu voz, que justifica la gira en la que están inmersos. Ginferno y Los Saxos del Averno, con The Imperial Surfers, conforman el programa doble que esta noche en El Sol protagoniza el guateque Noche Mambocalyptica, donde el tropicalismo, el groove y la electricidad se junta en un delirio la mar de divertido. 

El grunge femenino tiene sabor británico con el dúo Blood Red Shoes, originario de Brighton. Apenas una guitarra y una batería y la voz de Laura-Mary Carter les basta para hacer vibrar con su rock vigoroso.

El rigor, que no la seriedad ni el aburrimiento, lo pone el jazz de The Bad Plus, un grupo que con su disco Made Possible demuestra todas las posibilidades que el género tiene para mezclarse con infinidad de músicas distintas, sin perder su personalidad. El brasileño Gladston Galliza también bebe de él, pero le da el toque de cantautor. Zenet pondrá el domingo la guinda al ciclo organizado por la SGAE que pretende que la copla española se mire como algo moderno y revelador.