En prisión un hombre por violar y robar a tres mujeres a las que drogó

Las víctimas eran elegidas en una discoteca de la zona del Eixample Esquerra, en Barcelona. El ahora detenido ligaba con ellas, creaba un clima de confianza y acababa invitándoles a una copa. En esa copa, según los Mossos, está la clave. La policía sospecha que introducía en la bebida algún tipo de droga, que anulaba la voluntad de las víctimas y el recuerdo de lo sucedido. El hombre, de 34 años y vecino de Barcelona, ha ingresado en prisión acusado de robar y violar al menos a tres mujeres.

Las víctimas fueron halladas desnudas, en la calle y de madrugada. Todas presentaban síntomas de haber sido agredidas sexualmente y físicamente, y robadas, pero no recordaban lo que había sucedido. Las tres explicaron que habían conocido a un hombre, que habían tomado algo con él, pero sin poder dar muchos detalles más. En un caso, cometió la violación en un aparcamiento; en otro, la mujer solo pudo explicar que había conocido a un hombre en una discoteca.

Pero hubo un tercer caso que sirvió para desenmascararle. El acusado cometió el error de llevar a la mujer a un bar pequeño, en el barrio del Born. Allí le preparó un cóctel y después de haber consumido una parte, la mujer fue violada. Los Mossos acudieron al bar, con la descripción que les facilitó la víctima, y resultó que se correspondía con la dueño del bar. Al registrar el local la policía encontró además pertenencias de las otras mujeres, a las que había robado.

Este tipo de violaciones, en las que media lo que se conoce como la "sumisión química" son de las más difíciles de resolver. Las víctimas no suelen recordar que les ha ocurrido exactamente, y las drogas son muy difíciles de detectar en la sangre, porque se diluyen con rapidez. Una encuesta epidemiológica realizada en Barcelona durante 2011 por el Instituto catalán de Medicina Legal revela que un tercio de las mujeres que denunciaron agresiones sospechan haber sido víctimas de sumisión química.