Una semana de retrasos por la huelga de autobuses interurbanos de Alsa
Los paros indefinidos fueron convocados el pasado 5 de marzo por el sindicado UGT Los conductores de autobuses pretenden evitar una bajada salarial de hasta 300 euros Solo funcionan los servicios mínimos y los vehículos pasan cada 30 o 45 minutos en hora punta
“Va a ser un viaje muy apretado, muy romántico, pero por lo menos vamos a conseguir entrar en este autobús y no esperar el próximo”. Lo dice entre risas una viajera del coche 224, que sale de la estación de Avenida de América (Madrid) hacia Torrejón de Ardoz. Ella, como la mayoría de los 60.000 viajeros que utilizan los autobuses de Next Continental Holding (Alsa), tuvo que adaptarse a los servicios mínimos establecidos durante la última semana por la huelga de los conductores. Estos luchan para no sufrir una rebaja de sueldo de entre 150 y 300 euros por una reordenación de su tiempo de trabajo. Los autobuses, que antes pasaban cada 15 minutos, llegan ahora a las estaciones cada 30 o 45 minutos en hora punta, o cada dos horas por la noche.
Más de 60.000 viajeros se enfrentan cada día a los paros laborales
La huelga fue convocada por el sindicato UGT el pasado 5 de marzo y tiene el 100% de la participación de los cerca de 390 conductores de la plantilla de Alsa, asegura Jesús Angulo, portavoz del comité de empresa, del que también forma parte el Sindicato Libre de Transporte. En la Comunidad de Madrid, la huelga afecta sobre todo a los autobuses interurbanos, que unen la capital con Torrejón de Ardoz, Alcalá de Henares y los pueblos de la sierra norte, además de los autobuses urbanos de Torrejón.
Un portavoz de la compañía explica que el origen de los paros es por una reordenación de los tiempos de trabajo. “No se trata de un cambio de las condiciones salariales y, además, hemos incrementado los salarios en un 14,05% en los últimos cinco años”, explica. Esta reordenación significa, sin embargo, una rebaja de entre 150 y 300 euros en los sueldos de los empleados, de entre 1.600 y 1.800 euros.
Un cartel en la estación de Avenida de América avisa: servicios mínimos del 50% en hora punta y del 35% en el resto del día. Los nuevos horarios están fijados en los cristales de la estación. Son las 17.30 y los autobuses que van hacia el Corredor del Henares o a Torrejón salen a cada 30 o 45 minutos, el tiempo que muchos tienen que esperar. Al entrar, lo que se ve son muchas colas. A la espera del autobús 226, que lleva hacia Torrejón (El Soto), la fila empieza en la dársena 1 y termina en la 3.
En la cola de al lado, algunos viajeros parecen esperar con paciencia al 224A, que lleva a Torrejón (Mancha Amarilla). “Yo también soy trabajadora y los conductores están reclamando lo suyo”, opina una mujer. “Pero tengo que salir con una hora de antelación de casa para no llegar con retraso al trabajo. Al regresar, llego unos 40 minutos más tarde”.
Los interurbanos de Alsa pasan cada 30 o 45 minutos en hora punta
Para otros, la paciencia ya se agotó. “Pago el abono de transportes, y tener que estar aquí esperando más de 40 minutos... Y, además, no siempre se respetan los nuevos horarios”, cuenta una mujer, una de las primeras en la cola del 224A. Llega su vehículo y muchos viajeros llegan corriendo para no tener que esperar otros 45 minutos. La cola es larga, pero al final todos logran subir al coche.
La primera negociación para suspender la huelga se celebró el pasado martes. “Nos propusieron 10 minutos más de trabajo. Ridículo”, cuenta el portavoz del comité. Los paros siguen.
Siguen también algunos momentos de tensión. Alsa asegura que “90 autobuses de su flota” han sufrido diversos “ataques vandálicos”, 40 de ellos cuando circulaban con viajeros. Las reparaciones supondrán un sobrecoste de 150.000 euros para la empresa, según aseveran.
Además, el tiempo de espera puede llegar a dos horas por la noche, cuando la frecuencia de coches es más baja. Y hay autobuses que pasan de largo de las paradas porque van atestados de viajeros, según informó Efe el pasado lunes. En Canillejas, algunas personas llegaron a ponerse delante del coche para que más gente pudiera subir, lo que obligó a que la policía interviniera.
La huelga no tiene previsión de final y los conductores están dispuestos a continuarla. “Hasta que aguantemos”, finaliza el portavoz del comité.
Menos tiempo para revisiones
Los conductores de Next Continental Holding (Alsa) aseguran que la reordenación del tiempo de trabajo supone también viajes menos seguros para los miles de viajeros. La empresa quiere rebajar el tiempo que los conductores utilizan para, todos los días, revisar el coche antes de salir y al finalizar su servicio. Se trata de la revisión de “frenos, extintores, limpieza, estado de las ruedas y motores, salidas de emergencia, entre otras cosas”, asegura Jesús Angula, el portavoz del comité de empresa de Alsa.
Los conductores tienen una hora para realizar esta revisión en los vehículos. La intención inicial de la compañía era de reducir este tiempo a 10 minutos; es decir, recortar en 50 minutos el trabajo de los conductores. “Hace años podía tener su sentido dedicar una hora a estas tareas de mantenimiento, pero hoy, gracias a la tecnología de los nuevos autobuses, estas labores o bien no son necesarias, o la mayoría son realizadas por parte de técnicos especializados, limitándose el conductor a realizar una serie de sencillas comprobaciones”, explica el portavoz de Alsa.
En la primera negociación entre los trabajadores y la compañía, que se celebró el pasado martes, Alsa propuso que el tiempo de trabajo se redujera en 40 minutos. Es decir, 20 minutos para que los conductores realicen la revisión de sus vehículos.
El portavoz de Alsa hace hincapié en que no se trata de reducir los sueldos. “La empresa ha contratado una consultora externa para medir realmente los tiempos de estas tareas de revisión: se podrían realizar las labores de mantenimiento en un tiempo inferior entre un 50% y un 70%”, dicen.
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