Caballero y el PP ultiman un pacto sin precedentes sobre el presupuesto
Los socialistas niegan que vayan a aportar "un euro público al hospital privado" El PP escenifica que es alternativa de Gobierno
Los dos grandes grupos municipales de Vigo alcanzaron ayer un principio de acuerdo sin precedentes en el Ayuntamiento y prácticamente inédito en la política gallega: el entendimiento entre socialistas y populares para impulsar unos presupuestos. Una reunión entre representantes de ambos partidos, que suman 24 de los 27 ediles de la corporación, sirvió para dar un último empujón a las conversaciones, que deberían culminar en el plazo de una semana para desbloquear definitivamente las cuentas de 2014 del gobierno del socialista Abel Caballero.
El eventual pacto a la alemana, visto con optimismo en las filas del PSOE y con cierta cautela aún en el PP, supone oxígeno para Caballero en el último año de su mandato, tras distanciarse de sus exsocios del BNG, mientras que los populares podrán exhibir el acercamiento a sus posturas del regidor de Vigo en asuntos como la Ciudad de la Justicia, el transporte metropolitano y, sobre todo, el nuevo hospital, principal escollo de las negociaciones.
En la reunión de ayer, David Regades, del PSOE, y Miguel Fidalgo, del PP, aproximaron sus propuestas sobre seis acuerdos tildados de “líneas rojas” por el grupo popular. Además de las tres reclamaciones citadas, el PP exige que se cierre una rebaja fiscal para 2015, un cambio en el recibo del agua para adecuar el importe al consumo real y la desaparición de organismos autónomos municipales, aunque no de la Gerencia de Urbanismo, el mayor de todos. A partir de ahora, los dos grupos plasmarán por escrito sus conclusiones con la intención de cerrar un documento en una semana, en una reunión en la que participarían Caballero y el portavoz popular, José Manuel Figueroa.
Figueroa defendió ayer las negociaciones con Caballero, con el que el PP ha mantenido una gran tensión política estos últimos años, como una prueba de que su partido “ha sido capaz de hacer un programa de gobierno desde la oposición y dispone ya de un proyecto de ciudad”. El también presidente local del partido subrayó que sus exigencias en la negociación son “fundamentales para el futuro de la ciudad y los vigueses”. “Estamos en esa negociación al margen de siglas, pensando en el bien de la ciudad”, añadió.
Por parte socialista, David Regades precisó que el preacuerdo es más amplio que las seis propuestas del PP e incluye hasta 12 actuaciones. El concejal socialista se extendió en explicaciones sobre el acuerdo relativo al nuevo hospital, cuya redacción se presenta como el principal obstáculo para el pacto. Regades afirmó que no se trata de asumir el convenio firmado en 2006 por la alcaldesa Corina Porro, del PP, para dotar de servicios al futuro hospital con un coste de cinco millones de euros. La intención del Gobierno, aseguró, consiste en dotar de esos servicios “a todas las parroquias y ciudadanos”, incluidos los de Beade y Valladares, donde se construye la nueva infraestructura.
Regades insistió en que la posición del gobierno sobre el hospital es “inamovible” y que sigue reclamando que se rescate la concesión para que se construya una infraestructura pública, de referencia y con 1.400 camas. “No dedicaremos un euro público al hospital privado de la Xunta”, reiteró, para negar asimismo que se vaya a ceder ninguna parcela para las acometidas del hospital. Pese a sus explicaciones, la Plataforma SOS Sanidade Pública, que ha liderado la oposición contra el modelo de colaboración público-privada de ejecución y explotación del hospital, reconoció su “gran preocupación” sobre un posible cambio del Ayuntamiento.
Caballero citó ayer mismo a los representantes de la plataforma en un encuentro urgente para explicarles su planteamiento. Los portavoces de SOS Sanidade Pública apelaron a la reunión que mantendrán mañana todas las asociaciones de la plataforma para analizar los planteamientos de Caballero antes de manifestar su opinión, si bien adelantaron su “gran preocupación” por el “ruido mediático” generado en torno al concierto del hospital.
El Bloque exhibió el entendimiento entre socialistas y populares sobre este asunto como la demostración de que el pacto es “una condena a la ciudadanía”. “El hospital no es de Vigo, sino del área sanitaria, y no entendemos que los vigueses tengan que hacerse cargo de eso”, lamentó la portavoz del BNG, Iolanda Veloso.
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