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ESTEBAN MORCILLO | Candidato a rector de la Universitat de València

“La abstención daña la fuerza democrática de la universidad”

"Hay que huir de personalismos, yo hablo de programas y equipos", sostiene el candidato

El candidato a la reelección como rector de la Universitat de València, Esteban Morcillo.
El candidato a la reelección como rector de la Universitat de València, Esteban Morcillo.Mónica Torres

Esteban Morcillo (Valencia, 1951) presidía el miércoles un acto electoral en la Facultad de Químicas cuando un trabajador de mantenimiento del campus de Burjassot cayó desde la azotea de Farmacia y murió como consecuencia del impacto. Esta entrevista se realiza tras los dos días de suspensión de campaña acordados por Vicent Martínez y él, los dos candidatos al rectorado. El actual rector opta a la reelección como el candidato que más contrincantes ha tenido en las dos elecciones a las que ha concurrido. En las primeras fueron cuatro candidatos en liza; en las segundas, dos. Ambas circunstancias son inéditas.

Pregunta. ¿A qué achaca esta singularidad?

Respuesta. Yo no hablaría de contrincantes. Hace cuatro años viví una situación enriquecedora que permitió debatir propuestas con cuatro compañeros, con los que guardo buena relación. Y ahora, hemos presentado un programa y es legítimo que otra persona quiera hacer sus propuestas para el gobierno de la universidad. Es una situación de normalidad.

Pregunta. Pero no deja de ser una situación atípica en la historia de la universidad.

“Más que los candidatos importa que la participación sea muy elevada”

Respuesta. Más que los candidatos, lo importante en estos momentos es que la participación sea muy elevada. Y el día después de las elecciones, el 21 de febrero, importa que todos trabajemos juntos, porque la cohesión de la comunidad universitaria es un valor imprescindible si queremos seguir siendo una universidad pública de referencia.

P. ¿La abstención perjudica más al candidato oficial?

R. La abstención perjudica a la fuerza democrática de la institución. Abstenerse significa no querer participar en la elección del equipo de gobierno para los próximos cuatro años, en los que nos jugamos mucho. Continúa la crisis económica, el tema de la deuda no está resuelto y planea la sombra de unas políticas ministeriales que no parecen fruto del debate ni la participación. Necesitamos un equipo de gobierno fuerte para gestionarlo.

P. ¿Se conformaría con el resultado de las anteriores elecciones, un 58% a su favor en la segunda vuelta?

“Tras cinco años de ayudantes doctores, solo podemos nombrar interinos”

R. Prefiero no hacer pronósticos. Aceptaremos cualquier resultado que decida la comunidad universitaria.

P. ¿Cuál considera que es su baza más importante como candidato?

R. Yo diría que el encaje entre programa y candidatura.

P. Me refiero a su persona.

“El respaldo claustral a los informes de gestión es nuestro mejor aval”

R. Hay que huir de personalismos. Lo importante es un programa elaborado por un equipo con experiencia en la gestión y renovado en un 40%.

P. ¿Fue el hecho de que Vicent Martínez se postulara antes como aspirante el acicate para que usted integrara en su equipo a miembros de las candidaturas de 2010?

</CF>R. La integración respondió a la voluntad de recoger distintos posicionamientos que apuntaban en esa línea y que habían sido expresados por miembros de la comunidad universitaria tanto en órganos internos como en medios de comunicación.

P. Hablemos de márgenes para desarrollar una política universitaria propia. ¿Cuánto debe la Generalitat a la universidad?

R. A la Universitat de València le debe más de 200 millones por la deuda antigua correspondiente al periodo que va de 2004 a 2008. Aparte, se ha acumulado otra deuda reciente que asciende a unos 80 millones. En total, en torno a 300 millones de euros.

P. ¿Qué posibilidades reales tienen de rejuvenecer una plantilla docente que supera los cincuenta de media?

R. El primer reto es dar respuesta a la estabilidad en plantilla del profesorado que llamamos joven y que está a punto de agotar o ha agotado los cinco años de ayudante doctor. Pero la tasa de reposición del 10% que autoriza el Gobierno para todo, nos impide hacer contratos permanentes a estos profesores. Por otro, está el profesorado de plantilla acreditado para ser titular o catedrático, al que por las mismas limitaciones no podemos ofrecerles promoción en su carrera.

P. Se lo pregunto de otra forma. Con ese corsé, ¿cómo van a renovar la plantilla universitaria?

R. Solo podemos nombrarlos interinos, es lo que han hecho todas las universidades. Ese límite de la tasa de reposición tiene que desaparecer ya. Y no es que la universidad quiera exceder el techo de gasto, lo que quiere es organizar las partidas presupuestarias destinadas al profesorado.

P. ¿Citaría alguna otra limitación a su autonomía que no hayamos mencionado?

R. Haría la misma consideración respecto al Personal Administrativo y de Servicios (PAS). Aunque su tasa de reposición es del 0%, ha habido menos tensión porque el desarrollo de la oferta pública de empleo de 2011 ha llegado hasta hoy. Pero necesitamos nueva oferta en 2015.

P. Con esas limitaciones, ¿pueden los candidatos diferenciarse con propuestas electorales de envergadura en política universitaria?

R. Una campaña es siempre una oportunidad para reflexionar sobre la situación de la universidad y para definir retos o amenazas a los que se enfrenta. Por eso nuestro programa electoral es tan extenso. Determinados planteamientos “electoralistas” pueden tropezar con inconvenientes de carácter legal o económico. Todo ejercicio político y de gestión ha de establecer prioridades pensando en aquellos colectivos más debilitados. De los tres colectivos el más débil en estos momentos es el estudiantil, a causa de la política de becas y tasas.

P. En su web hay dos enunciados destacados. Uno dice literalmente “más becas”. También se dijo en el Claustro que habían acordado en comisión completar las becas Erasmus ¿Tendrán dinero suficiente para ello?

R. Pensamos que es una oferta realista. El presupuesto de becas de estudio está en torno a un millón, ha sido suficiente y puede seguir incrementándose porque es un compromiso del Claustro y del Consejo de Gobierno.

P. ¿Y las nuevas becas del programa Erasmus Plus?

R. Consideramos que la propuesta aprobada por la comisión de Relaciones Internacionales de 1.200.000 euros destinados a Erasmus será suficiente para convertir en becas anuales las becas de ministerio, que solo cubren un semestre. Según nuestras estadísticas, los 1.300 estudiantes de la Universitat de València que cada año van a países europeos, mayoritariamente se van un curso entero.

P. En tanto se mantengan las restricciones de contratación docente y la sobrecarga lectiva, ¿qué harán para que la calidad de la docencia no se resienta?

R. Una vez completada la implantación del plan Bolonia, el esfuerzo tiene que ir hacia los sistemas internos de garantía de calidad y a mejorar el conjunto de las políticas de formación y calidad educativa. Pero unas políticas de personal bien aceptadas aportarían motivación para desarrollar mejor esas políticas de calidad educativa.

P. Su oponente ha sido capaz de aglutinar el descontento con su gestión. ¿Ha aflorado ese descontento en la campaña?

R. La gestión, como la actividad política, puede generar descontentos porque no se puede satisfacer a todos. Pero el mejor aval que nuestra candidatura puede presentar a la gestión y a la política universitaria ejecutada en un contexto muy complicado es el respaldo del Claustro a los informes de gestión. Eso prueba que el grado de crispación que prometía la situación en la universidad no se ha alcanzado. Quiero agradecer a la Plataforma en Defensa de la Universidad Pública por el apoyo en la gestión de situaciones graves.

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