Cultura sostenible
La exdirectora de ARCO y de LABoral, al frente ahora de un proyecto de apoyo a emprendedores culturales, construye su Madrid artístico con Goya y modernas galerías
1. Ermita de San Antonio de La Florida. Los frescos de esta pequeña ermita son la obra cumbre de la pintura mural de Goya. Su emplazamiento solo favorece las visitas de aquellos entusiastas de uno de los grandes precursores del arte actual. Me admiran los blancos de las ropas de las mujeres que conversan apoyadas en un balcón. (Glorieta de San Antonio de la Florida, s/n).
2. Basílica de San Francisco el Grande. La tradición cuenta que San Francisco de Asís, allá por el año 1214 y en su peregrinaje hacia Santiago, construyó en este lugar una choza que habitó durante un tiempo. La iglesia y su colección de pintura solo reciben la visita de 10.000 personas al año. Bajo su cúpula, la más grande de Madrid, hay pinturas de Zurbarán y Goya, Bayeu, y Muñoz Degrain. (Plaza de San Francisco, s/n).
3. Matadero. Aquí instalaremos muy próximamente Factoría Cultural, Vivero de Industrias Creativas, un lugar que acogerá a gentes con ideas que quieran desarrollar su proyecto y hacerlo sostenible. Ocurrirá en marzo, en la Nave 1. Matadero es un lugar donde todo es posible (Paseo de la Chopera, 14).
4. Calle del Dr. Fourquet. Se ha convertido en un centro neurálgico del arte contemporáneo en Madrid, con galerías de larga tradición como Helga de Alvear, Fúcares y Moisés Pérez de Albéniz, y otras más recientes como Maisterravalbuena, Nogueras Blanchard y García Galería. Las inauguraciones suelen ser en sábado y en grupo, y la calle adquiere una gran animación.
5. La Pecera del Círculo de Bellas Artes. El Círculo ejerce de imán para artistas, amantes del arte y un público heterogéneo. Un desnudo de mujer, el Salto de Léucade, del escultor Moisés Huerta, nos recibe a la entrada de La Pecera, agradable lugar para la charla distendida y también para la reunión de trabajo o el almuerzo (Alcalá, 42).
Un vivero de creatividad
La Factoría Cultural —vivero de emprendedores creativos— es el nuevo proyecto de Rosina Gómez-Baeza, que atesora una larga trayectoria como directora de Arco.
6. Cafetería y restaurante del Museo Thyssen. En primavera se puede disfrutar de este lugar siempre agradable por su cercanía a la gran pinacoteca y por sus vistas al jardín del museo. Imprescindible visitar la exposición de un cubista avant-la-lettre: CÉZANNE, site/non-site (Paseo del Prado, 8).
7. La Central del Museo Reina Sofía. Está en el Edificio Nouvel del Museo, especializada en humanidades y muy especialmente en artes visuales. Cuentan con un fondo de más de 65.000 títulos. El trato es amable y siempre que se hace una consulta, aconsejan muy acertadamente (Ronda de Atocha, esquina plaza del Emperador Carlos V).
8. Casa Botín. Es el restaurante más antiguo del mundo, de 1725, y sigue ofreciendo delicioso cochinillo y cordero asados en el horno de leña original. Puede uno coincidir con una first lady, un actor, un escritor o un músico (Cuchilleros, 17).
9. La Taberna de la Dolores. Esta deliciosa taberna es un lugar ideal para un tentempié después de una visita a los museos y un paseo por la calle de Huertas y aledaños. Por cierto, en esta zona (Huertas, 61) acaba de abrir galería Rafael Ortiz. Y en Amor de Dios 1, muy cerca también, está la galería de Leandro Navarro (Plaza de Jesús, 4).
10. Parque de El Capricho. Un lugar mágico y tan desconocido como extraordinario por la belleza y singularidad del trazado de sus parterres. Perteneció al Ducado de Osuna y fue construido entre 1789 y 1839. Por sus paseos deambularon los grandes personajes de la época. Los lilos y árboles del amor están magníficos en primavera (Paseo de la Alameda de Osuna, s/n).
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