La sala Yago, de nuevo ocupada

La policía en la calle y los jóvenes okupas, asomados a los balcones de la Sala Yago, en el corazón de Santiago. Así aguardan las partes la llegada del juez que, "en unos días", según los agentes del Cuerpo Nacional de Policía concentrados a las puertas del inmueble, ordenará previsiblemente el desalojo. Mientras tanto, los jóvenes, que entraron ayer por la noche y colgaron varias pancartas reivindicativas en la fachada, han aprovechado para salir a las ventanas y anunciar que mañana al mediodía inaugurarán en el lugar un centro social y cultural, porque el Ayuntamiento, en concreto el exalcalde popular Gerardo Conde Roa, les prometió "llegar a un acuerdo" para rehabilitar y abrir el edificio "hace dos años".

Pasado el tiempo, han decidido entrar porque el político, que tuvo que dejar el gobierno local tras su imputación por fraude fiscal, "no cumplió" su palabra.

En noviembre de 2011, los antidisturbios entraron en la Sala Yago y llevaron a cabo una polémica intervención, en presencia de cientos de simpatizantes que se acercaron, convocadas por las redes sociales, para mostrar su solidaridad con los okupas. Los policías irrumpieron en el emblemático cine y sala de espectáculos del casco histórico, de propiedad privada, y obligaron, con carga incluida y la detención de ocho personas, a desalojar el edificio a los activistas culturales. El centro se hallaba entonces abierto, y los agentes entraron vestidos de paisano. Luego, dentro, retuvieron a los jóvenes, y se sumaron varias decenas de agentes más, esta vez uniformados, que rodearon el edificio y bloquearon las entradas.

En un comunicado, el alcalde de Santiago, Ángel Currás, lamenta la ocupación, de nuevo, de un espacio privado en el Casco Histórico, pero recuerda que en este momento no tiene uso cultural a pesar de los numerosos intentos por conseguir recuperar ese espacio "fueron infructuosos". "Por este motivo se llegó a un acuerdo de cesión con Novagalicia Banco del edificio del Preguntoiro", ha remarcado el alcalde, en su pronta resolución". Por último, ha hecho una llamada "al civismo", sobre todo "tratándose de un espacio del casco histórico de una ciudad Patrimonio de la Humanidad".