Trias justifica el cese de Truñó porque “no quería obedecer las órdenes” de Fandos

La destitución de Enric Truñó como comisionado para los Juegos Olímpicos de Invierno Barcelona – Pirineos ha provocado una gran tensión en el Pleno Municipal que se ha celebrado esta mañana en la capital catalana. Tras los reproches del presidente del Grupo Municipal del PSC, Jordi Martí, el alcalde de la ciudad, Xavier Trias, ha aclarado por fin los motivos de la destitución del artífice del proyecto olímpico: “Un equipo tiene que ser sólido y sólido significa estar a las órdenes de la persona que manda en Deportes y esta persona es Maite Fandos”.

Hasta ahora, la versión del Ayuntamiento de Barcelona era muy distinta. La propia Fandos, teniente de alcalde de Calidad de Vida, Igualdad y Deportes, explicó a este diario que se trataba de una “decisión conjunta” y que la destitución obedecía a que “el proyecto ha entrado en una nueva etapa”, al renunciar a la candidatura para 2022 y centrarse en la de 2026. Esta mañana, la versión ha cambiado y según el Ayuntamiento la destitución se ha producido después de que Truñó se negara a estar bajo las órdenes de Fandos. La figura del comisionado es muy especial y solo se crea en casos muy estratégicos para la ciudad, como también sucede en materia de inmigración. Cada comisionado, que cobra unos 78.000 euros anuales, depende directamente del alcalde.

Tras el relevo de Truñó, que se produjo a principios de este mes, será Fandos quien asuma sus responsabilidades. El Ayuntamiento no tiene previsto contratar a nadie para sustituir al experto político, con una larga experiencia al frente de distintos proyectos olímpicos. El líder del PSC respondió a Trias que “no hay color” entre las capacidades de Truñó y las de Fandos para liderar el proyecto olímpico, algo que enfureció a la teniente de alcalde. Truñó, que fue el concejal de Deportes por el PSC en 1992, empezó a ocupar el cargo de comisionado por orden del alcalde Jordi Hereu. Su nombramiento logró el apoyo del resto de formaciones.