Dos hombres son condenados a más de 30 años por un doble asesinato
Joaquín E. J. y Ricardo S. J apuñalaron a dos hermanos gemelos en 2004 tras dejar un bar
Para los hermanos gemelos José María y Esteban López Martínez, la víspera de Navidad del año 2004 significó un día de tragedia: los dos hermanos —albañiles y padres de familia— fueron asesinados a cuchilladas al salir de la bodega El Altozano, en el madrileño barrio del Pozo del Tío (Puente de Vallecas). Pero fueron necesarios nueve años para que la juez del caso sentenciara a los principales imputados: Joaquín E. J., de 41 años, y a Ricardo S. J., 37 años, fueron condenados a 36 y 32 años de cárcel, respectivamente, por el asesinato de los gemelos.
La sentencia fue dictada el pasado 27 de diciembre y dada a conocer este martes por la Sección 23 de la Audiencia Provincial de Madrid. El jurado popular que siguió el juicio emitió, no obstante, un veredicto de absolución favorable a la tercera acusada, Alicia J. M.
El jurado consideró probado que sobre las 00.30 horas del 24 de diciembre de 2004, el acusado Joaquín E. J. salió de la bodega El Altozano junto a su suegro, Jeromo S. M., en compañía de los hermanos gemelos Esteban y José María López Martínez, con los que llevaban un rato discutiendo. Fuera, les esperaba el también acusado Ricardo S. J, hijo de Jeromo. Ya en la calle, comenzó una violenta discusión entre todos. Jeromo y Joaquín golpearon repetidamente en la cabeza a José María hasta hacerle caer al suelo. En seguida, Ricardo abandonó el lugar para regresar de nuevo con un grupo de parientes, entre las que se encontraba su madre, Alicia.
Este grupo se unió a Joaquín y a Jeromo y se abalanzaron contra el otro hermano gemelo, Esteban. Le rodearon, le increparon, le insultaron, le golpearon hasta que uno de ellos, sin que se haya acreditado quién fue, le acuchilló a la altura del corazón. Murió en el acto.
A continuación, José María, que había sido agredido, se levantó del suelo con la intención de socorrer a su hermano. Fue igualmente rodeado por el grupo de agresores. Mientras Jeromo y Joaquín le inmovilizaron, asiéndole cada uno por un brazo, Ricardo le apuñaló a la altura del corazón.
En el momento de ser asesinados, los hermanos Esteban y José María se hallaban bajo los efectos de la ingesta de bebidas alcohólicas, lo que permitió a los acusados ejecutar los ataques sin encontrar apenas resistencia, según la sentencia. El tribunal también consideró que los responsables del crimen también se encontraban bajo los efectos del alcohol, lo que fue considerado un atenuante.
Joaquín y Ricardo cumplirán más de 30 años cárcel y cada uno tendrá que pagar un total de 460.000 euros en indemnizaciones a las familias de las víctimas. El Tribunal consideró que no está probada la participación directa de Alicia.
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