‘Plan Renove’ para los ateneos

Muchos de ellos son centenarios y ocupan instalaciones que se han quedado obsoletas, además de no cumplir las normativas de seguridad y accesibilidad actuales. Con orígenes distintos, algunos casi como una prolongación de la acción de la Iglesia católica; otros, muy vinculados a las clases más populares; y los que nacieron y siguen siendo verdaderos promotores culturales —como es el caso del Ateneo barcelonés o el de Reus—. Los ateneos han sido entidades culturales muy dinámicas a lo largo de los años. Fundamentalmente dependientes de las cuotas de sus socios (30%) y de los ingresos que perciben por la cesión de sus espacios y los servicios que ofrecen (26%) y con una discreta subvención pública —no superior al 10% —, para los ateneos afrontar las reformas de sus teatros —la mayoría los tienen porque es su principal actividad— poner ascensores, rampas de accesibilidad o la renovación de los equipos técnicos de sonido es poco menos que imposible. “La verdad es que el programa de ayudas del Ayuntamiento es muy oportuno. Es más, se tenía que haber hecho antes”, explica Jordi Casases, de la Federación de Ateneos de Cataluña, en el que están federados 23 ateneos de Barcelona.

En la ciudad hay 13.500 asociados a ateneos que mueven a 150.000 personas

Se trata de convocatorias públicas de subvenciones por parte del Institut de Cultura de Barcelona (ICUB) que se han hecho en dos ocasiones y en las que el Consistorio ha invertido 2,5 millones de euros desde el año pasado. Las condiciones: la presentación de un proyecto de intervención detallado. “Son verdaderos agentes sociales en los barrios y entendemos que hay que ayudarles a la renovación”, explicaba el regidor de Cultura, Jaume Ciurana en la presentación de las reformas de los Lluïsos de Gràcia. Este ateneo —fundado en 1855 y, como otros, creado inicialmente para ofrecer espacios de formación para niños y jóvenes— recibirá casi 1,3 millones de euros en la renovación prácticamente total del histórico edificio de la plaza del Nord. Las subvenciones cubren entre el 60% y el 30% del coste de las obras, en función si son de accesibilidad o de equipamientos técnicos. El resto debe ser afrontado por los socios de las entidades.

“Ahora tenemos que convencer a la Diputación y a la Generalitat para que nos ayuden a mejorar los ateneos de fuera de Barcelona”, reclaman desde la Federación.

En la capital catalana hay unos 13.500 asociados a los ateneos que programan unas 1.500 actividades en las que participan unas 150.000 personas. Otras entidades culturales que han recibido fondos para su puesta al día han sido Foment Hortenc (fundado en 1917), Lluïsos d’Horta (1866), Centra Católic de Sants (renovado recientemente) y Centre Moral i Instructiu de Gràcia (1869). “O nos poníamos en norma o ya no podíamos funcionar”, explicaba Josep Aquilina, de este último ateneo. La pintura de las molduras todavía reluce en el teatro de esa entidad que, como muchas otras, resultaba inaccesible para personas con problemas de movilidad. Un ascensor nuevo de trinca y los aspersores del agua en caso de incendio han sido otras mejoras que se han acometido en el edificio de la calle de Ros de Olano dentro del particular Plan Renove de los ateneos.