Fianza de 750.000 euros por la gabarra encallada en Camariñas

Lleva diez días 'atornillada' a una gran roca junto a la playa de Reira, en Camariñas, integrada en el paisaje invernal da Costa da Morte. Allí la encastró un temporal la madrugada del martes 14 cuando se rompió el cabo del remolque que la conducía al puerto de Riga, en Letonia.

La Capitanía Marítima de A Coruña le reclama al armador de la 'Prima', que así se llama esta gabarra, una fianza de 750.000 euros para responder por los trabajos de rescate y retirada de un buque de 105 metros de largo que viajaba en lastre, esto es, sin carga útil. La cuantía la ha fijado la Dirección General de la Marina Mercante, adscrita al Ministerio de Fomento, y desde este departamento confirman que, a fecha de hoy, no se ha depositado ni un céntimo. Prácticamente la mitad de esa fianza, 350.000 euros, corresponde a lo que Salvamento Marítimo calcula que le costó mover al 'Don Inda' para rescatar a los seis tripulantes del 'West', el remolcador holandés de 40 metros que tiraba del 'Prima', en ruta desde Odessa (Ucrania) al mar Báltico. Sasemar, que coordinó el operativo desde Fisterra, también desplazó en las primeras horas a un Helimer con base en Cee y a una patrullera para evaluar la situación y descartar posibles riesgos para el tráfico marítimo o el medio ambiente.

Los 400.000 euros restantes son lo que la capitanía coruñesa le exige al armador del buque –o a su compañía aseguradora- para devolver la costa de Camariñas 'a su estado original'. Es decir, desguazar el buque, retirar las chapas y depositarlas donde corresponda. No fue hasta el pasado martes, justo una semana después de embarrancar en el cabo Trece, cuando cinco técnicos del puerto coruñés lograron subir a bordo aprovechando una tregua meteorológica para achicar los 300 litros de gasoil que aún contenían un tanque de la gabarra para alimentar un motor auxiliar y un generador. El depósito estaba tan deteriorado, explicó a este diario el coordinador de Protección Civil en Camariñas, que el agua salada ya se había penetrado en el tanque y viceversa, 'pequeñas cantidades' de gasoil se filtraron al mar. Tardaron cuatro horas y media en vaciar el tanque de combustible y trasladarlo a tierra. El fortísimo oleaje de los últimos días, encadenando borrascas y temporales, ha castigado la estructura de la nave hasta prácticamente tronzarla en dos mitades.