El PSdeG advierte de que no tolerará más indisciplinas en Ourense

José Ramón Gómez Besteiro marca un punto de inflexión en su primera gran crisis interna. Tras un mes meditando qué hacer con la pelea del PSdeG en Ourense, la dirección exige disciplina a los miembros del gobierno local divididos en dos bandos. Un acuerdo de la ejecutiva gallega reclama la “recuperación de la normalidad política” y el “cumplimiento estricto de sus obligaciones a todos los miembros del grupo municipal”. Ante el más minúsculo incumplimiento de estas órdenes, se aplicarán “inmediatas medidas disciplinarias” a cualquiera de los ediles socialistas. El documento hecho público ayer también manifiesta “respeto al alcalde en el ejercicio legítimo de sus funciones” y encarga un “informe detallado de lo sucedido” a la dirección provincial, controlada por el sector enfrentado al alcalde y afín a Pachi Vázquez, exlíder del PSdeG.

 La secretaria de Organización del PSdeG, Pilar Cancela, criticó el “comportamiento de las personas que en Ourense no supieron estar a la altura de su cargo”. “Y me refiero a todos”, matizó. Cancela, que en las reuniones privadas con los bandos enfrentados ordenó silencio y pidió la restitución del edil destituido por el alcalde para intentar resolver la pelea sin sanciones, asegura ahora que la dirección “respetará las decisiones legítimas del alcalde”. Y anuncia “otra situación” que sin embargo no concreta. “Cuando dos posturas enfrentadas permanecen inamovibles, hay que tomar decisiones”, insistió, sin aclarar si serán expedientes o expulsiones.

La ejecutiva federal del PSOE será la que finalmente adopte una solución para atajar la pelea que ha paralizado el gobierno local de la tercera ciudad de Galicia. Si es que toma alguna decisión. La vicesecretaria general socialista, Elena Valenciano, pasó ayer de puntillas por el espinoso asunto. Tras la reunión de la ejecutiva federal, de la que forma parte Pachi Vázquez, se limitó a asegurar que se están “manteniendo conversaciones” con las direcciones del partido en Galicia y en Ourense. Fuentes de la dirección provincial consultadas explican que “llevan reclamando desde hace semanas” lo anunciado por Cancela, mientras que el entorno del regidor está “satisfecho” con el acuerdo que el propio Agustín Fernández firmó como miembro de la ejecutiva gallega.

Mientras las direcciones del partido continúan enredadas en un concienzudo análisis de la pelea, el gobierno ourensano sigue torciéndose más desde el plante protagonizado por cinco de los 11 concejales socialistas durante una votación en un pleno. Susana Bayo y María Devesa, dos de las ediles enfrentadas con el alcalde, presentaron ayer su dimisión de la junta de gobierno. Oficializan así su renuncia en el máximo órgano de decisión municipal tras abandonar las reuniones del gobierno y también del grupo municipal socialista hace semanas. Cancela calificó esta renuncia como “una cuestión interna municipal” que “no supondrá un menoscabo de la acción política porque pueden ser sustituidas por otras”.

Las concejalas entregaron personalmente un escrito a Agustín Fernández en el que piden su baja voluntaria alegando que la junta de gobierno “incurre en inseguridades jurídicas”, por ejemplo, tras reflejarse en las actas votaciones que, afirman, nunca existieron. En concreto se refieren a la puesta en conocimiento del cese del edil crítico Antonio Rodríguez Penín, un trámite administrativo que no requiere votación y que, sin embargo, apareció reflejado como una cuestión votada por unanimidad de todos los presentes. Bayo y Devesa “temen” que algunas decisiones del gobierno local les ocasionen problemas judiciales. Mónica Vázquez, la otra concejala díscola miembro de la junta, también se sumó a las ausencias semanales pero por el momento no ha oficializado por escrito su renuncia.