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SOUL
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

La revolución será analógica

Los gerundenses The Pepper Pots se vuelven más beligerantes con 'We must fight'

Adriana Punell y Aya Sima, cantantes de The Pepper Pots.
Adriana Punell y Aya Sima, cantantes de The Pepper Pots.F. N.

“Debemos luchar juntos / Debemos luchar para ir a mejor”. El tema que titula el quinto álbum de The Pepper Pots (We must fight), y que sirvió a los gerundenses para abrir su conciertazo de anoche en una Sala Penélope medio llena, constituye una inequívoca declaración de principios: podemos seguir bailando, coreografiando la sección de metales y cantándole al amor, pero, tal y como están las cosas, también conviene mover el culo en el sentido más metafórico de la expresión. Incluso los vestiditos yeyés de las cantantes, Adriana Punell y Aya Sima (Marina Torres voló en solitario), han contenido su policromía y ahora se ciñen a tonalidades pastel. Pero la vivacidad permanece incólume. Durante 80 minutos, el ahora noneto nos hizo revivir el espíritu de la revolución (analógica).

El influjo de aquel Marvin Gaye concienciado de What’s going on parece evidente, igual que el de la flamígera Sharon Jones. El nuevo repertorio sonó más detallista y sutil, como ese Fallen angel que arranca taciturno y explota en un estribillo burbujeante como un vinilo de Carla Thomas. O la paradiña enfática en mitad de Let me go away, con los músicos congelados en gesto fotogénico. Pero quizás nada tan emocionante como Time has won this one, aunque algunos espectadores locuaces sigan asistiendo a conciertos para contarles sus insignificantes vidas al vecino.

Todo ello se complementa con el arsenal de los álbumes previos, rematadamente bueno en I wanna blindly trust in me (Holland-Dozier-Holland en versión mediterránea) o Gladden your soul, cara B perfecta para aquel ABC de los Jackson 5. El soul redivivo también traspasó la línea pirenaica, pero los Pots fueron los primeros y son, de largo, los mejores.

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