Un investigador de Granada atribuye a Rafael un lienzo de autor desconocido
La obra reproduce una escena idéntica a ‘La Madonna de Foligno’, del Vaticano
Un investigador de la Universidad de Granada (UGR) ha logrado atribuir al pintor renacentista Rafael Sanzio un cuadro perteneciente a un coleccionista privado de Córdoba. La obra, titulada La Madona de Foligno pequeña, reproduce una escena idéntica a La Madona de Foligno, de Rafael que se exhibe en los Museos Vaticanos, en Roma, por lo que podría ser una pintura preparatoria.
El profesor de la Facultad de Bellas Artes Luis Rodrigo Rodríguez Simón ha identificado y atribuido la obra tras un minucioso estudio de varios años basado en la aplicación de una serie de técnicas instrumentales y métodos científicos de análisis. La Madona de Foligno pequeña, antes de autor desconocido, presenta una composición situada en un paisaje, con un plano superior celeste en donde aparece la virgen con el niño y otro terrenal en el que se encuentran San Juan Bautista, San Francisco de Asís, San Jerónimo, Segismundo de Conti, camarlengo del papa Julio II y mandatario de la obra, y un querubín centrado en la composición, según.
“Rafael no repitió nunca un tema. Utilizó a veces la misma figura para otras composiciones, no solía hacer bocetos de sus obras. Se conservan dibujos, más o menos elaborados de sus cuadros, incluso cartones de escala 1:1, pero ningún cuadro”, precisa un especialista en pintura del Renacimiento. “A Rafael lo copiaron mucho, hay miles de copias de sus obras, incluso de sus coetáneos, por lo que es posible que se trate de una de ellas”, añade este experto que prefiere no dar su nombre, informa Margot Molina.
Un experto asegura que el pintor de Urbino no hizo nunca dos cuadros del mismo tema, ni pinturas preparatorias
El cuadro llegó a Córdoba a finales del siglo XIX procedente de Francia. Hace años que Rodríguez Simón lo analizaba, pero fue cuando pudo determinar un cambio de soporte --de la madera originaria al lienzo actual—cuando se decidió a profundizar en el estudio. Ese cambio se realizó en la segunda mitad del XIX, según ha desvelado el estudio estratigráfico, al detectar una preparación constituida por varias capas de blanco de plomo dispuestas sobre un conjunto de tres lienzos, un sistema de transposición propio de la época en Francia. Además, lo ha documentado con las fechas y textos hallados.
El investigador descubrió ocultos dos fragmentos de papel adheridos al bastidor. El primero está escrito en francés con tinta gálica y aparece la fecha “16 Avril” y el año 1888. En el segundo puede leerse un texto con letra de imprenta que corresponde a una hoja de catálogo de obras de arte publicadas para su venta a través de la casa de subastas Hotel Drouot de París, impreso en 1872.
Rodríguez Simón, cuya línea de investigación está más centrada en Alonso Cano y la escuela granadina, recibió este encargo de un coleccionista privado y desde hace tres años intensificó los estudios.
Rayos X, fotografía infrarroja, fluorescencia de iluminación ultravioleta y análisis estratigráfico son algunas de las técnicas que ha utilizado. El profesor asegura que ha identificado, a través de fotografía infrarroja y reflectografía, el dibujo subyacente ejecutado por Rafael como fase previa a la realización de la pintura, además de una combinación de técnicas gráficas distintas en el diseño interior. “Este modo de trabajar con instrumentos de dibujo diferentes, desde la tiza al pincel, se ha encontrado en muchas obras de Rafael Sanzio”, apunta.
“Hay una correspondencia directa entre el dibujo subyacente de la cabeza de la virgen que aparece en esta pintura y un dibujo sobre papel del British Museum de Londres conocido como “Estudio para la cabeza de la Virgen”, lo que pone de manifiesto que ambos fueron realizados por la misma mano de Rafael”, sostiene.
En la obra, propiedad de un coleccionista privado, existen además dos letras pintadas como decoración en la bocamanga de la túnica de la virgen, “R” y “U”, iniciales de Raffaello de Urbino. “Rafael dejó estampada una rúbrica similar en la decoración que forma parte del brocado que adorna la bocamanga de la túnica de la virgen en su composición original de la pinacoteca vaticana con el mismo tema”, afirma el profesor de la UGR.
Otros descubrimientos han sido las primeras letras del nombre de Raffaello y el año 1507, realizados de forma incisa cuando la pintura estaba fresca, sobre el color de carnación de la mano derecha de la Virgen, la existencia de sendas numeraciones situadas en los laterales superior y derecho y además pequeñas rayitas distribuidas por todo el perímetro de la obra, equidistantes unas de otras 2,9 centímetros. “Estos grafismos justifican la realización de un sistema de cuadriculado utilizado para la reproducción de esta composición a una escala bastante mayor, como demuestran el gran número de cuadrículas y el pequeño tamaño de las mismas”, concluye el investigador.
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