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Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Para todos los públicos

La Camut Band ofrece un vital espectáculo titulado que provoca al espectador a seguir su ritmo

Imagen promocional del espectáculo.
Imagen promocional del espectáculo.david norman

La Camut Band recala hasta este sábado en el Mercat de les Flors para ofrecer un simpático y vital espectáculo titulado Sonoritats, que provoca al espectador a seguir su ritmo con los pies o con las palmas o simplemente debe esforzarse para no levantarse y empezar a bailar. Claqué, percusión y canto se entrelazan en un original diálogo que divierte a adultos y niños. Una obra didáctica y alegre.

Sonoritats

Dirección de Camut Band; Música de Lluís Méndez, Toni Español y Jordi Grifell; Coreografía de Rafa Méndez, Sharon Lavi y Guillem Alonso; Interpretación de Toni Español, Rafa Méndez, Luís Méndez, Guillem Alonso, Sharon Levi, María Bossy, Cristina Méndez, Jordi Grifell y Estefanía Porqueras; Sonido de David Norman y Pau Bosch; Iluminación de Evarist Valera. Mercat de les Flors. Barcelona. 2 de enero

Este grupo que fundó en 1994 los coreógrafos y bailarines Rafael y Lluís Méndez junto al percusionista de música africana, Toni Español, y que alcanzó la fama con montajes como La vida es ritmo, entre otras obras, muestra en Sonoritats a seis bailarines, dos músicos y a un cantante, moviéndose en un espacio misterioso, en donde la madera, el metal, el plástico o simplemente unas calabazas crean efectos sonoros, si bien es el electrizante claqué que exhiben los bailarines, quien se convierte en el rey de la escena. Citar a alguno de los intérpretes sería injusto ya que cada uno de ellos tiene un baile preciso y rico en matices. La a juventud de los bailarines se mezcla con la madurez de los hermanos Méndez y de Toni Español. Quizás ese cambio generacional hace que el espectador añore el hechizo de Español tocando los bongos africanos, aquí substituidos por la batería, o a los Méndez con su claqué pendenciero. Son los jóvenes quienes brillan en este trabajo mientras ellos se quedan en segundo término.

Lo menos acertado de Sonoritats es el vestuario que ensombrece y oculta, el baile de los intérpretes además de no favorecer a los miembros de la Camut Band. Lástima.

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