San Pablo pone sus ojos en el extranjero
Sevilla apuesta por aumentar sus destinos internacionales tras sufrir en 2013 una caída de pasajeros del 15%
El aeropuerto Sevilla-San Pablo tocó techo en 2011. Ese año, registró cerca de cinco millones de pasajeros. Dos años después, el tráfico en el aeródromo hispalense se sitúa a niveles de 2005, cuando se rozaron los 3,5 millones de viajeros. Hasta noviembre, el número de pasajeros experimentó una caída de casi el 15% con respecto a 2012. Y ya van dos años de descensos. “El aeropuerto está inmerso en un auténtico tobogán peligrosísimo”, apunta el portavoz de Infraestructuras del PP en el Parlamento de Andalucía, Jaime Raynaud. Fueron precisamente los populares los que, a finales de noviembre, presentaron en la Cámara una proposición no de ley para que Administraciones y colectivos aunaran esfuerzos para reactivar este espacio. Una transformación que, como precisa el director del aeropuerto, Jesús Caballero, pretende aumentar el número de destinos internacionales.
“El aeropuerto de Sevilla tiene una gran dependencia del mercado nacional [representa el 70%], uno de los más castigados por la crisis. De ahí la importante caída de estos años. Hay que invertir esa dependencia”, justifica Caballero. Según un informe facilitado por el aeropuerto, en el aeródromo operan al año más de una quincena de compañías aéreas, que mantienen conexiones regulares y directas con 40 destinos de una docena de países. Para este invierno, de las 26 rutas programadas, 15 son internacionales. A la caída de pasajeros hay que sumar la supresión de rutas, entre ellas: a Valencia, Bari o Malta. Para frenar esta sangría, AENA ya elabora un plan de reactivación del aeropuerto, aún en fase de redacción y sin fecha. Y a principios de diciembre se constituyó la Mesa Provincial por el Aeropuerto de Sevilla, presidida por la Junta y en la que participan instituciones y agentes socioeconómicos locales, entre ellos el Ayuntamiento, la Cámara de Comercio, los empresarios y sindicatos. El objetivo: reflotar la base aérea.
Pese a los datos negativos, Jesús Caballero apunta que estos no se han traducido, hasta ahora, en pérdidas económicas. “El aeropuerto ha mantenido su rentabilidad por la diversificación de sus servicios y fuentes de ingresos y por una gestión eficiente”, según el informe. El director afirma que se trabaja para conseguir que, en el plazo de dos o tres años, el 50% de los destinos sean internacionales. “Se están estudiando los mercados potenciales y negociando con otras compañías”, apunta Caballero, quien reconoce que el repunte de 2011 se debió a la instalación en la base, en noviembre de 2010, de la compañía de bajo coste Ryanair.
En esta línea también se postula el consejero de Turismo, Rafael Rodríguez, quien defendió en esa primera reunión de la mesa provincial la necesidad de que el aeropuerto gane “conectividad y más vuelos directos con ciudades europeas”. Rodríguez, quien ya mantuvo el 26 de noviembre una reunión con la ministra de Fomento en la que se analizó la situación de los aeropuertos de la región, también defendió que el plan que elabora AENA “sea debatido” entre todos los agentes porque “tienen mucho que aportar”.
Caballero apoya esta petición. “El plan está abierto a propuestas”, afirma. “Se deben potenciar los vuelos regulares, que Sevilla se convierta en el aeropuerto de Huelva y el sur de Extremadura y, por supuesto, apostar por dotarlo de más funciones”, enumera Raynaud, quien resalta la necesidad de conectar el aeródromo con la ciudad. “El aeropuerto supone una pieza vital para el desarrollo económico y turístico de Sevilla. Es un problema de todos y tenemos que solucionarlo entre todos”, apunta.
Las previsiones para este año, según el director, son de estabilización. “No esperamos ni fuertes caídas ni tampoco grandes subidas. Será un periodo de transición que, creemos, encadenaremos con otro de crecimiento sostenible. Comenzaremos a remontar en 2015”, prevé Caballero.
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