Besteiro se inhibe en su primera crisis desde que dirige el PSdeG
El secretario gallego “no va a intervenir” en la pelea entre ediles de Ourense
José Ramón Gómez Besteiro se aparta de la crisis que está desmantelando a su partido en Ourense. El secretario general del PSdeG “no va a intervenir” en la pelea entre ediles del gobierno ourensano porque confía en la ejecutiva local. “Esa cuestión está dentro de la autonomía y el funcionamiento de una agrupación local y un grupo municipal. Al margen de estar atento, serán suficientes tanto la agrupación local como el gobierno municipal para reconducir esa situación” explicó ayer. “Confío en que la autonomía local funcione para bien” concluyó en un acto en Lugo, según informa Pepe Seijo. Fuentes del entorno del líder del PSdeG consultadas explican que no valora el plantón de cinco ediles pachistasa su alcalde durante el último pleno que detonó el capítulo más grave de la sempiterna guerra orgánica del partido en esta provincia.
Tampoco opina sobre la severa advertencia manifestada por el regidor. Agustín Fernández avisó a sus ediles díscolos que “solo les queda obedecer o irse”. Además negó que la situación sea una “crisis” y sí una “discrepancia importante en un tema menor” ya que, en su opinión, “todo sigue normal y sin más trascendencia”. La cúpula del PSdeG en la provincia, controlada por miembros próximos a Pachi Vázquez, difundió ayer un comunicado. La secretaría provincial reclama al alcalde que “reconduzca” la “situación ocasionada tras las decisiones que ponen en riesgo la voluntad democrática conseguida en las urnas”. Además advierte que “no escatimará ningún esfuerzo para conseguir la unidad del partido exigiendo a los responsables de esta situación garantizar un gobierno municipal de progreso”.
El enfrentamiento entre los cinco ediles pachistas y los seis próximos al exalcalde podría derivar en la pérdida de la alcaldía de Ourense, el mayor municipio en manos socialistas tras Vigo. Lejos de los micrófonos, alguno de los ediles enfrentados con Fernández ha mostrado su disposición a abandonar el gobierno local si la situación no se reconduce y el edil destituido no es repescado, algo improbable. El alcalde fue muy tajante: “Es una decisión personal por pérdida de confianza que no tiene marcha atrás”. El afectado, Antonio Rodríguez Penín, ni siquiera acudió ayer a una reunión del grupo socialista municipal a pesar de que se encontraba en las inmediaciones del Ayuntamiento. “A lo mejor no le apetecía venir por lo que sucedió ayer [SU CESE]pero seguro que pronto se reincorporará”, matizó el alcalde. La ejecutiva local ha abierto expedientes informativos a los cinco pachistas que rompieron la disciplina de grupo en el pleno por una cuestión personal que afecta a un funcionario.
Pero tras la revuelta, los díscolos esconden la cabeza. Ninguno quiso hacer declaraciones públicas tras un comunicado en el que manifestaron su “total rechazo” a la decisión del alcalde y su “rotundo apoyo” al destituido. Están a la espera de una reacción contundente de la directiva del partido en Santiago y Madrid que no llega. Mientras el PSdeG se hace oposición a sí mismo, los demás grupos de la corporación asisten con incredulidad al espectáculo. Si la amenaza vertida en privado por algunos ediles se cumple y la unidad se rompe definitivamente, el líder local del PP podría ser alcalde por accidente ya que ningún partido ostenta la mayoría. Al igual que el PSdeG, los conservadores cuentan con 11 ediles y ante una abstención del BNG, podrían gobernar en minoría.
El portavoz popular, Rosendo Fernández, asegura que buscará “garantizar la gobernabilidad” y para ello tiende “la mano a lo que queda del grupo de gobierno y a la oposición”: “Estamos dispuestos a formar un gobierno responsable para defender los intereses de los ourensanos” aseveró.
Elecciones anticipadas
El PP quiere negociar un nuevo gobierno para Ourense, pero los restantes grupos de la oposición (BNG y Democracia Ourensana) reclaman una solución más drástica. Ambas formaciones han solicitado la convocatoria de elecciones anticipadas, una opción complicada ya que debería ser autorizada por el Consejo de Ministros, el Senado y la Diputación Provincial. El portavoz del BNG, Xosé Somoza, demanda “una solución más democrática que una moción de censura” y descarta otras alternativas “con apoyo del BNG”. Los nacionalistas rechazan cualquier matrimonio político con los populares porque uno de sus compromisos electorales fue no facilitar gobiernos del PP. “No podemos permitir que este gobierno vaya de mal en peor”, insistió Somoza. Democracia Ourensana, que cuenta con dos ediles, fue un paso más allá. Ayer solicitó vía registro al Consejo de Ministros y a la Xunta la disolución de la corporación y la convocatoria de elecciones por la “gestión alarmante y gravemente dañosa para los intereses generales”. El PP lo considera una “ocurrencia”.
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