El ‘AVE pel Litoral’ pide ayuda
La plataforma debe 39.000 euros al perito que contrataron para denunciar el riesgo de las obras y reclama una audiencia con el alcalde Trias
La plataforma AVE pel Litoral ha conseguido una prórroga, pero los días van pasando y el tiempo se consume. Tienen hasta fin de año para saldar la deuda que mantienen con el perito que contrataron en 2009 para intentar demostrar al juez que hacer pasar el AVE por el centro de la ciudad era una locura. La plataforma perdió el juicio contra el Ministerio de Fomento y la Audiencia Nacional les condenó a pagar el perito. La factura que presentó el ingeniero Joaquín Palencia Rodríguez por el informe que le reclamaron desde la plataforma sube hasta los 50.500 euros.
La entidad, que asegura que el perito nunca les llegó a mostrar el presupuesto del encargo, pagó en un principio 4.500 euros y más tarde entregó otros 7.000 euros. Quedan pendientes 39.000 euros que no saben de dónde van a sacar. La sentencia de la Audiencia Nacional les obliga a pagar. Tenían que hacerlo durante el pasado mes, pero han logrado que el ingeniero les dé una prórroga.
“Lo único que podemos hacer es pagar”, lamenta el responsable de la plataforma, Pere Vallejo, quien ha pedido comprensión a la otra parte. La plataforma ha iniciado una nueva recogida de aportaciones entre las 247 personas que ante lo que consideraban un riesgo para sus edificios, decidieron “pasar de la queja voluntaria al juicio”, recuerda Vallejo. La nueva recolecta, que ha indignado a los afectados que nunca pensaron que les saldría tan caro, ha dado sus frutos, pero todavía no llegan a los 39.000 euros que faltan. Y saben que, pidiendo más dinero a los vecinos, es casi imposible que lleguen.
“Los que estaban dispuestos a pagar, ya lo han hecho”, asegura Vallejo. La mayoría de estas personas dependen de 13 comunidades de vecinos, principalmente del Eixample, cuyos bienes serán embargados a partir de enero. Les quedan muy pocas opciones y han decidido pedirle ayuda al alcalde, Xavier Trias.
“Teníamos apoyo
Vallejo recuerda que cuando CiU estaba en la oposición tenían muy buena relación. Los convergentes también reclamaban que el AVE, en vez de cruzar Barcelona por el centro, lo hiciera por el Vallès, ya que temían sobre todo por la Sagrada Familia y también vieron que este conflicto podía desgastar al gobierno municipal, entonces en manos de los socialistas. “Teníamos mucho apoyo cuando estaba en la oposición”, recuerda Vallejo, que ya le ha mandado una carta pidiéndole una audiencia. “Si nos pudiera dar una subvención para la gente afectada, nos iría muy bien”. El representante de la plataforma asegura que si esto sucede, devolverá todo el dinero que ha conseguido con la última recolecta. Fuentes del Ayuntamiento de Barcelona no han confirmado si el alcalde Trias les recibirá y tampoco si les ayudará económicamente.
El presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (Favb), Lluis Rabell, reconoció en una carta publicada recientemente en periódico de Barcelona, que CiU “intentó explotar el malestar social para desgastar al gobierno municipal”, pero también reivindicó que la plataforma, que contaba con el apoyo de varias asociaciones de vecinos, “jugó un papel positivo” para la ciudad. La carta terminaba así: “El hecho de que el vecindario acuda a la justicia y salga decepcionado y amenazado de embargo, constituye una pésima noticia para la democracia”.
La amenaza del AVE parece ahora muy lejana, pero no hace tanto tiempo que vecinos y periodistas vigilaban con lupa cada palmo de edificio para encontrar una brecha entre Sants y la Sagrera. En marzo de 2010 se encendieron hasta 10.000 velas para pedir que el AVE no pasara por la Sagrada Familia y se insistía en que había “intereses escondidos” detrás del trazado por el centro. El actual responsable de Hábitat Urbano del Ayuntamiento, Antoni Vives, fue uno de los más atrevidos y en un artículo en su blog en agosto de 2008 denunció que el proyecto no respondía a la necesidad de Barcelona, ni de Cataluña, sino solo a “los intereses de Madrid”.
El Ayuntamiento de
El artículo acusaba al Ayuntamiento de Barcelona de “colaboracionistas locales” por “dejar hacer” en vez de impedir la obra y hasta los comparaba con los “cipayos soldados indios que luchaban para imperios extranjeros del momento, que toda fuerza de colonización necesita”. Algunos fragmentos de este artículo, que sigue colgado en Internet, se han modificado, pero un artículo publicado en su día por El Periódico lo inmortalizó. Finalmente, decía: “Tenemos que tomar nota, los tendremos que tener muy presentes para cuando tengamos que pasar cuentas en las urnas”.
El trazado del AVE por Barcelona generó una polémica sin precedentes. El PSC y CiU llegaron a cambiarse los papeles y, en una situación inaudita, cada partido pasó a defender lo que hasta la fecha había defendido su rival político. Llegada la hora de la verdad, el PSC e ICV apostaron con todo a que la Alta Velocidad pasara por el centro de la ciudad, mientras que CiU reclamó su paso por el corredor del Vallès Occidental, con una estación en Sant Cugat (la ciudad más grande gobernada por CiU en la época) y el PP por el litoral. ERC por su parte, pidió que la galería se hiciera en la calle Aragó, para evitar los riesgos de la Sagrada Familia. El gobierno de la Generalitat, controlado por CiU en esa época, también defendía que el AVE circulase por el Vallès en vez de cruzar Barcelona.
A todo este guirigay hay que añadirle las presiones de la UNESCO y del Patronato de la Sagrada Familia, que llegó a pedir en varias ocasiones la paralización de las obras a la Audiencia Nacional, y el miedo de los vecinos, alimentado por el fantasma del Carmel, que estaban convencidos que sus edificios sufrirían daños tras el paso de la tuneladora.
Con el túnel terminado, la polémica ha desaparecido y la mayor brecha que queda tras el paso de la tuneladora por el centro de la ciudad es la amenaza de embargo a las 13 comunidades de vecinos que denunciaron el proyecto.
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