La plantilla de Limasa rechaza una congelación salarial durante tres años
Los trabajadores de la limpieza de Málaga creen que las medidas exceden el ahorro previsto
La primera reunión con el apoyo del servicio de mediación de la Junta no ha resuelto el conflicto laboral en la empresa de la limpieza de Málaga (Limasa), que se mueve entre el expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) previsto para 2014 y la convocatoria de una huelga indefinida a partir del 20 de diciembre. Ayuntamiento, empresa y representantes sindicales abrieron ayer, sin embargo, una vía de diálogo con el objetivo de negociar los detalles del nuevo convenio, posibilidad que estaba aparcada y que en caso de resolverse evitaría tanto el ERE temporal como el paro del servicio de basura en Navidad.
La próxima cita en el Sistema Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales de Andalucía (Sercla) se ha fijado para el 13 de diciembre, aunque los contactos entre las partes se intensificarán a partir de hoy. Según el concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, la intención del Ayuntamiento es profundizar en una nueva propuesta que, aunque ayer fue rechazada por el comité de empresa porque a su juicio enmascara el doble de recortes de los que se habían puesto sobre la mesa, puede ir perfilándose.
Las negociaciones en la empresa mixta Limasa, participada en un 51% por tres socios privados, rozan ya el encaje de bolillos. El nuevo planteamiento de la sociedad es que el salario de los trabajadores se congele durante los próximos tres años (hasta 2016). A cambio, la paga de productividad (unos 868 euros) no sería eliminada, como se había propuesto inicialmente, sino que quedaría reducida en un porcentaje por determinar, y la bajada del 15% del plus de actividad (entre 40 y 160 euros menos al mes, según el caso) también sería suavizada.
Sobre los descansos de la plantilla, formada por 1.334 personas, sí existe un principio de acuerdo, ya que los representantes sindicales admitirían que las vacaciones pudieran dividirse a lo largo de todo el año, no solo en verano, y que las jornadas de asueto se disfrutaran en domingo y un día rotatorio a la semana, no el fin de semana completo como establece el convenio actual.
Echando cuentas, según Jiménez, todo esto permitiría un ahorro de 6,1 millones de euros. Limasa pretende negociar el millón de euros que faltaría por recortar de prestaciones como ayudas por matrimonio o nacimientos y vestuario. El comité de empresa no aceptó la nueva propuesta. Para su presidente, Manuel Belmonte, estas medidas esconden casi el doble del ahorro que supuestamente se busca.
La intermediación del Sercla ha servido, por lo menos, para intensificar las reuniones. Si no hay acuerdo sobre el convenio laboral, Limasa aplicará un ERTE sobre toda la plantilla a partir del próximo 1 de enero, con suspensiones de empleo rotatorias hasta abril de 2017, y la ciudad vivirá una huelga indefinida del servicio de limpieza en plena Navidad.
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