Los números desmienten el éxodo masivo

El agravamiento de la crisis ha llevado a muchas personas a emigrar, a intentar encontrar en el extranjero el puesto de trabajo imposible de hallar en España. Ya es fácil conocer en el entorno familiar a alguien cercano que intente la aventura exterior. Sin embargo, las estadísticas no confirman el “éxodo masivo” que se presupone, según ha puesto en evidencia el Observatorio Permanente Andaluz de las Migraciones (Opam) en un reciente estudio.

El informe no niega un aumento de los flujos de salida tanto de españoles como de extranjeros que abandonan el país por falta de expectativas laborales pero, según los análisis de las estadísticas, “el alcance de esta tendencia es sorprendentemente escaso”, aun admitiendo que los datos no estén registrando todos los cambios de residencia.

Tampoco descarta el Opam que el flujo migratorio pueda aumentar en los próximos años al entender que la marcha a otro país en búsqueda de trabajo “requiere de un tiempo considerable”. Pero en cualquier caso, los números no señalan en la actualidad una salida masiva.

El abandono del país tampoco se ha generalizado entre los extranjeros que aprovechando la época de crecimiento económico se asentaron en Andalucía. “Por profunda y larga que sea esta crisis, conviene tener en cuenta que muchos inmigrantes conservan una memoria viva de estrecheces y dificultades en sus países de origen mayores incluso a las que se puedan padecer aquí actualmente”, advierte el informe.

El estudio del Observatorio resalta también la “capacidad de perseverancia” de este sector de la población, al que la crisis golpea más fuerte: en Andalucía, el número de extranjeros ocupados ha descendido un 18% desde 2008 y ha pasado de 208.904 a 171.259 en 2013.

El descenso ha sido generalizado, independientemente de la procedencia de los trabajadores, salvo en el caso de los procedentes de Asia, que han experimentado un aumento del 18,8%. En el año 2008 había 142.000 trabajadores asiáticos ocupados y este año hay 169.000.

El descenso más pronunciado de afiliados a la Seguridad Social se ha registrado entre las personas procedente de América, con un descenso del 37,8%; en números absolutos se ha pasado de 810.000 hace cinco años a 503.000.

El número de trabajadores procedentes de África ha descendido en 113.000 mientras que 106.000 europeos se han dado de baja en la Seguridad Social, un 13,8% del total. No obstante, los europeos aún representan el mayor porcentaje de trabajadores afiliados (41%), seguidos de los americanos (30%). Los asiáticos son un 10%.

El observatorio andaluz recomienda la información sobre la situación real de los movimientos migratorios y la previsión de que una octava parte de la población española será originaria del extranjero en los próximos años. La falta de conocimiento de estas circunstancias podría generar, según los autores del informe, “actitudes de rechazo entre la población autóctona”. “Sería recomendable que las instituciones competentes apostaran explícita y decididamente por una definición incluyente de la población de España: somos 47 millones con independencia del lugar en el que nos haya tocado nacer”, concluye el informe de la Opam.

La situación por el momento no es preocupante. Todo lo contrario. En la última investigación de noviembre se destaca que cada vez más andaluces tienen amigos o familiares inmigrantes y son “capaces de diferenciar entre el empeoramiento del contexto económico y la convivencia entre personas de distinta procedencia”.