El diccionario de una luchadora

Fue el azar el que unió al autor novel Manuel Calzada con la vida de la bibliotecaria María Moliner. Documentándose para una obra en la que uno de sus personajes sufría alzheimer, el escritor granadino descubrió que Moliner había padecido una enfermedad con consecuencias similares: arteriosclerosis cerebral. “Me impresionó lo cruel que puede ser el destino. Como una mujer que dedicó parte de su vida a recopilar las palabras, se quedaba vacía de ellas”, expone Calzada. Tras estrenarse en el Teatro de la Abadía de Madrid en noviembre del año pasado, la obra El diccionario, dirigida por José Carlos Plaza y encabezada por la actriz Vicky Peña, llega al Teatro Lope de Vega de Sevilla (del 28 al 30).

Calzada define a Moliner como una mujer tenaz y luchadora que tuvo una vida llena de contradicciones y desgracias familiares. Como ejemplo, el escritor apunta una de las frases que Peña pronunciará sobre el escenario. “Si la vida no se hubiera portado tan mal conmigo, no tendría esta tenacidad”. “Al estudiar su biografía encontré no a un ama de casa inquieta, sino a una intelectual valiente y honesta como ha habido pocas en este país”, agrega el autor. Como contradicciones en la vida de la bibliotecaria, Calzada recuerda que Moliner “silenció su pasado republicano” tras la victoria de Franco. “Cuando el ejército insurrecto llegó a Valencia, María Moliner salió a la calle a aplaudir y a celebrarlo. Sabía que se jugaba la vida”, explica el director. “Moliner le decía a sus hijos que lo mejor de los recuerdos era quemarlos”, señala. “La obra nos habla de las enormes posibilidades que encierra el ser humano. Moliner abre la puerta a nuestras facultades más escondidas, es un canto de esperanza, un aliento fresco contra la aceptación, contra la inmovilidad, contra la apatía o el abatimiento”, mantiene Plaza.

Mezclando escenas reales, recuerdos y situaciones imaginarias, el director apunta que la obra permite al espectador convivir los avatares de Moliner y reírse con su enorme sentido del humor y su delicada ironía. “Comprendemos su aparente cobardía, nos enternece su merma de facultades debido a la edad y, sobre todo, nos admira su constancia, que le hace construir, a pesar de todo y de todos, un monumento tan enorme, tan necesario e imprescindible como es su diccionario”, explica Plaza. “Moliner luchó por la igualdad de clases en materia de educación y cultura. Sabía que la cultura era la llave de la igualdad”, explica Calzada, quien recuerda que la protagonista de su trabajo creó una red de bibliotecas rurales para atajar “el brutal nivel de analfabetismo” que existía en estos lugares.

El autor califica como “un parto doloroso” el proceso para sacar hacia adelante el proyecto. “He tenido que crear mi propia productora e invertir parte de mi patrimonio y el de familiares”, explica. “Hoy en día, es muy complicado que un teatro apueste por tu proyecto y, mucho más, salir de gira. Si cuando escribía la obra me hubieran dicho que se estrenaría en la Abadía y que llegaríamos a Sevilla, no me lo hubiese creído”, agrega el autor, quien se ha rodeado para la obra de un “equipo de lujo”. “Yo siempre digo que Vicky es la mejor actriz de España. Cincela cada gesto, me sorprende la precisión con la que encarna el personaje, pasa del dolor a la risa con una gran facilidad…”, enumera. Junto a Vicky Peña, la obra cuenta con dos actores de reconocido prestigio: Helio Pedregal y Lander Iglesias. El apartado técnico lo encabezan el escenógrafo e iluminador Paco Leal, el figurinista Pedro Moreno y el músico Mariano Díaz.