Sacudida emocional

La noche del sábado era fría y lluviosa, pero eso no impidió que el Teatre Municipal de Girona se llenará a rebosar de público ansioso de reencontrarse con su coreógrafo favorito, Sidi Larbi Cherkaouis, y la cita de nuevo fue un éxito. Bajo el nombre de 4D, el artista presentó un espectáculo, magníficamente bailado por su grupo, Eastman, formado por cuatro duetos, todos estrenados, pero revisados y encajados con maestría para que formen parte de un todo emocional y coreográfico.

La función comenzó con Matter (2008) una original pieza que habla de la importancia de los objetos cotidianos en la soledad del día a día. La mujer, Daisy Phillips, parece una divinidad hindú, algo que enfatiza su vestido, sus movimientos y las músicas de los compositores indios, Sattar y Mahaub Khan. El hombre, un sumiso Nemo Levy Oeghoede, se convierte en las pertenecías de esa mujer. Increíble comprobar cómo se muda en sus zapatos de tacón, en sus lentes, en su cama o en su silla. Al final ambos se sumergen en un vídeo en el que se les ve paseando por un bazar chino. En Pure (2010), interpretado por Guro Nagelhus Schia y Vebjorn Sundby, el gesto de Larbi se vuelve más lírico, y conmueve al espectador por la ternura y espiritualidad que emana. Magnífico el diálogo cuerpo a cuerpo entre los intérpretes.

Fuera del programa, se ofreció el vídeo, Valtari, que creó Sidi Larbi juntamente con el director, Christian Larson, en blanco y negro, para la banda de rock islandesa Sigur Rós.

Sin (2010) que Cherkaoui firma junto a su colaborador, Damien Jalet, es una continuación de Babel, el magnífico espectáculo que se pudo ver en Barcelona, en el Mercat de les Flors. Interpretado por Navala Niku Chaudhari y Oliver Tida, muestra a una pareja atrapada por un convulso amor. Ambos con un potente físico y fuerte personalidad escénica, se entregan a un baile voluptuoso, sin margen para la ternura.

El programa finalizó con Faun (2009), una pieza que se presentó en Barcelona el mismo año de su estreno, en el TNC, dentro de la programación del Mercat, y que formaba parte de un espectáculo para conmemorar los 100 años de la creación de los Ballets Rusos de Diaghilev. En Girona, fue interpretada por los mismos bailarines, que la estrenaron en Barcelona, James O’Hara y Daisy Phillips. Él es un dúctil fauno perdido en un frondoso bosque y ella una seductora y vigorosa ninfa. En este dúo, Cherkaoui juega con la emotividad al combinar el gesto delicado con el marcial. Un acierto el añadir a la música de Debussy la partitura contemporánea del británico Nitin Sawhney.