Panrico demanda a los huelguistas de Santa Perpètua y les pide cuatro millones

Panrico ha cumplido con sus amenazas y ha denunciado a la plantilla de su fábrica de Santa Perpètua de Mogoda (Vallès Occidental, Barcelona) por los daños de una huelga que considera ilegal y les pide cuatro millones por los daños ocasionados. La plantilla de la planta catalana, 351 personas, lleva en huelga desde el pasado 14 de octubre, es la única del grupo que ha plantado cara a la dirección en protesta por sus sucesivos anuncios de recortes, y ésta les advirtió hace unos días de que "ninguna planta es imprescindible". La fábrica cumple hoy su cuarta semana entera de paro.

La plantilla protestó primero por el impago de nóminas del mes de septiembre -que la firma suspendió para pagar a proveedores- y posteriormente sumó a la causa de la protesta el anuncio de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que ayer la firma fijó en 159 personas. Esta cantidad supone casi la mitad de la plantilla y los trabajadores entienden que supondría el cierre de la planta más emblemática de la empresa que fabrica productos tan populares como el Donut y el Bollycao.

El conflicto que atraviesa Panrico, que suma pérdidas por 700 millones, comenzó en septiembre con la llegada de Carlos Gila como consejero delegado. Gila anunció un plan de viabilidad para reducir 50 millones los costes de producción, un proyecto que ha ido desgranando en cuentagotas, para desespero de los empleados. Primero anunció la suspensión de las nóminas y la presentación de preconcurso de acreedores: luego un ERE de 1.900 empleados que sin los autónomos quedaba en poco más de mil, y que en sucesivas negociaciones se ha reducido a 745... Además, el plan pasa por reducir el sueldo una media del 25% a la plantilla que quede.

Esta semana, dirección y sindicatos se han vuelto a sentar para negociar y han permanecido durante tres días casi sin dormir (martes, miércoles y jueves), una reunión que finalizó en la madrugada de hoy.