Cae ‘Amparo’, una de las narcos de la Cañada Real más conocidas
La mujer tenía una orden de búsqueda de la Audiencia Provincial para cumplir una condena por tráfico de drogas
Amparo F. J., de 39 años y una de las presuntas narcotraficantes más activas de la Cañada Real Galiana, ha sido detenida de nuevo por la policía, tras desmantelar un punto de venta de droga en este poblado chabolista situado en la autovía de Valencia, en el distrito de Villa de Vallecas. La arrestada se encontraba oculta con el objetivo de eludir el cumplimiento una sentencia dictada por la Sección 16ª de la Audiencia Provincial de Madrid, que la condena a cárcel, según fuentes de la investigación.
Junto a Amparo F. J., también ha sido detenido su hijo Manuel F. F. y la esposa de este, además de otras tres personas. El clan familiar estuvo implicado en la detención ilegal de una persona el pasado mes de junio para exigir el pago de las deudas que tenía contraídas por el tráfico de estupefacientes.
Los agentes del Grupo de Policía Judicial de Villa de Vallecas iniciaron las investigaciones a raíz de conocer que el clan familiar había reiniciado sus actividades delictivas tras la detención ilegal de junio.
Los agentes identificaron a todos los integrantes de la banda y, tras conseguir la preceptiva orden judicial de entrada y registro, entraron en la vivienda donde residía. En ese instante una mujer intentó deshacerse de la sustancia estupefaciente. Quiso tirarla por un desagüe, pero los agentes lo impidieron. Además de la droga, se intervinieron diversos útiles para la manipulación y venta de la misma, dinero en efectivo, joyas, un vehículo y una pistola simulada.
Amparo F. J., nacida en abril de 1974, ha sido detenida en cuatro ocasiones, todas ellas relacionadas con delitos contra la salud pública (tráfico de estupefacientes). La primera es del año 2000 y las siguientes de 2007 y 2009. Fuentes policiales explicaron que Amparo era "una conocida" desde hacía tiempo de la comisaría de Vallecas. "Muchos de los que ahora están asentados en la Cañada Real provienen de otros poblados como Pitis o Las Barranquillas", destacaron.
Según esas fuentes, no es infrecuente que una mujer esté al frente de los clanes familiares de la droga. En este caso coincide con que el marido ingresó en prisión hace más de un año por la misma sentencia por la que fue condenada Amparo. "Ella ha estado más de un año sin salir a la calle, encerrada en su casa. O al menos no la hemos visto nosotros", añadieron. Según los policías, el negocio de la droga que regentaba Amparo era de tipo medio o bajo dentro de los existentes en la Cañada Real. Eso sí, podría llegar a vender unos 600 o 700 euros al día en pequeñas dosis.
Cuando fue detenido por la policía, negó hasta su nombre. "No, agente, yo me llamó Rocío". Sabía muy bien, según los agentes, que, si la descubrían, tendría que pagar por la condena de la Audiencia Provincial de 2009. Cuando la pidieron el carné de identidad, dijo que se lo había dejado a alguien como excusa para no enseñárselo a los agentes. De poco le sirvió. Terminó entre rejas.
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