La oposición reprocha a Trias su gestión de la candidatura olímpica

La candidatura de Barcelona-Pirineos para los Juegos de Invierno del 2022 llegó ayer por fin al pleno del Ayuntamiento. Pero no de mano del Gobierno de Xavier Trias (CiU), que promueve el evento. El plan se debatió por una propuesta del PP, que pidió apostar por 2026, y otra de Iniciativa, que quiere que se renuncie al proyecto. El alcalde mantuvo el suspenseal no revelar qué año prefiere aunque reiteró que para apostar por 2022 es indispensable que PSC, PP y UpB apoyen los Juegos y pidan el “si” en una consulta. Si no lo logra, trabajará para el 2026. La oposición criticó la falta de liderazgo del alcalde al frente del proyecto y le reprochó que haya dialogado con el COE, el COI, alcaldes del Pirineo y varios ministros antes de intentar un consenso municipal.

Barcelona no tira, de momento, la toalla y la pelota sigue en el aire. Trias hizo uso de su derecho a interrumpir los debates para intervenir —algo que raramente hace— y admitió que uno de los problemas de la candidatura es que no se ha explicado bien. “Me comprometí con el COE a no hacerlo hasta conocer el desenlace de la candidatura de Madrid”, se defendió el alcalde, que invitó a la oposición a que le ayude a cumplir el “sueño olímpico del Pirineo y de algunos de Barcelona”. Sin embargo, no ocultó su desconfianza tanto hacia el PSC —teme que le cobre el fiasco de la consulta de la Diagonal— como del PP al sospechar que el Gobierno de Rajoy no respaldará a Barcelona en un momento de máxima tensión política y tras el fracaso de Madrid.

“Me comprometí con el COE a no difundir la candidatura hasta no conocer el desenlace de la de Madrid”, dice Trias

“Hace tiempo que me dedico a la política y no soy tonto. Sé cuando me quieren poner trampas”, añadió Trias, que ayer vio mismo como PSC, PP e ICV se unieron para obligarle a retirar del proyecto de Presupuestos la operación de privatización de aparcamientos y los servicios funerarios por 119 millones de euros.

El PSC mostró su complicidad con el plan olímpico. El socialista Jordi Martí recordó que fue el exalcalde Jordi Hereu quien impulsó la idea en 2010 y garantizó a Trias que no le hará la zancadilla. “Ni yo ni mi grupo le romperán las piernas”, aseguró. Más tibio fue el PP. Alberto Fernández Díaz se comprometió a que su partido y La Moncloa no harán “trampas” en la consulta si bien avisó que Barcelona se puede estar “precipitando”. “Pero está aún a tiempo de convencernos”, dijo el popular, partidario inicialmente de la abstención. “Y no intente trasladar a otros la responsabilidad de su decisión”.

Quizá es una candidatura precipitada pero aún está a tiempo de convencernos", señala Fernández Díaz

Iniciativa mostró su furia hacia al proyecto por poco sostenible y le pidió a Trias el mismo compromiso con la busqueda de capital para apoyar los Juegos que contra los recortes. El ecosocialista Ricard Gomà sufrió la dureza de la hemeroteca cuando Martí le leyó una frase que dijo en 2010, cuando era teniente de alcalde, en el que mostraba su entusiasmo hacia el evento. Gomà replicó con recortes de prensa que exhibían la oposición de ICV. Jordi Portabella (UpB) restó importancia al consenso municipal y alegó que la clave es que el Estado garantice que financiará el 50% del presupuesto de los Juegos.