El arte moderno vuelve ‘loco’ al MNAC
El museo expondrá sus fondos de los siglos XIX y XX en los 5.000 metros del primer piso Casagemas y Viladomat, entre las exposiciones de 2014
Que el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), es algo más que arte medieval y que su discurso narrativo va más allá de las colecciones de arte románico y gótico quedará patente el año que viene. Será cuando el principal museo catalán inaugure una nueva presentación de las obras que conserva de los siglos XIX y XX que se expondrán en el primer piso del edificio construido en 1929. Eso comportará que los responsables del palacio de la montaña de Montjuïc trasladen las colecciones de Renacimiento y Barroco de lugar: “Una selección de las obras de este periodo se verán, de forma provisional, en la planta baja”, aseguró ayer el director del museo Pepe Serra durante la presentación de la temporada 2014.
Desde Fortuny y las corrientes artísticas de finales del siglo XIX, Modernismo, Noucentismo, vanguardias, los años treinta, los tres años de la guerra civil. Hasta los años 50 del siglo pasado, con corrientes como la de Dau al Set será lo que el visitante verá, a partir del verano que viene, en los 5.000 metros cuadrados del primer piso del MNAC. Según el nuevo jefe de colecciones del MNAC Juan José Lahuerta —en el cargo hace un mes— se trata de un relato crítico y complejo que evitará la mera sucesión de estilos y nombres, que incluirá todas las producciones del momento, como carteles, fotografías, cine, caricaturas, arquitectura o artes decorativas, más allá de pintura y escultura. “La nueva presentación será clave para modificar el relato del museo, que será más complejo y atractivo”, dijo Serra.
Sin duda uno de los platos fuertes de esta presentación será el Modernismo donde se podrán ver las obras que el museo tiene de Gaudí o todo lo relacionado con los Quatre Gats, con la voluntad de convertir el museo en el espacio de referencia para las artes en este periodo, potenciando autores hasta ahora condenadas a las salas de reserva como las obras de la pintora Lluïsa Vidal.
La nueva presentación permanente se completará con una exposición temporal que abarcará desde los 50 a los 80 con el fin de prefigurar un primer relato completo de todo este periodo, uno de los más relevantes del arte catalán del siglo XX, con piezas de Guinovart, Hernández Pijuan y Ràfols-Casamada.
De aquí a finales de 2014 en el museo se podrá ver una exposición que vincula románico y Tàpies donde la estrella será una obra (Pintura románica con barretina) propiedad del malogrado Miquel Tàpies; un conjunto de piezas escultóricas del Maestro de Cabestany; otra sobre una talla de San Juan Evangelista del Vinseum de Vilafranca perteneciente al descendimiento del Taller d’Erill; 500 fotografías de Joan Colom realizadas entre 1957 y 2007; se reivindicarán a dos “artistas del país y de la colección casi inéditos” como son el pintor de Tànger Josep Tapiró y Carles Casagemas, el amigo de Picasso que se suicidó a los 20 años. Se verá toda su producción. De los dos se presentarán monografías por primera vez.
Con motivo de la efeméride de 1714, el museo organiza dos muestras. Pereajume mostrará sus ‘conversaciones’ entre la tradición artística y las vanguardias, donde se pregunta si es reconocible cierto canon. La segunda es la que tendrá como protagonista al pintor catalán del siglo XVIII por antonomasia: Antoni Viladomat que permitirá al MNAC poner a prueba la nueva política de colaboración con los centros de arte del territorio: La muestra está repartida en sedes diferentes de Barcelona, Lleida, Mataró y Girona. No faltará la exposición anual que organiza el Gabinete Numismático, esta vez sobre medalla conmemorativas europeas.
Sobre el presupuesto, Josep Maria Carreté, gerente y subdirector del MNAC, explicó que este año cuentan con 13,4 millones de euros —frente a los 20 de 2008—, de los que el 30% proceden de recursos propios. Cuando “no hay ningún gran museo que tenga un retorno del 30%-40% de los ingresos”, puntualizó Serra.
Serra recordó que de los 50.000 metros cuadrados que tiene el MNAC, pocos son zonas con capacidad expositiva y que los almacenes hay 300.000 obras. “Por eso, tenemos necesidad de crecer” y eso pasa por los pabellones que hasta ahora ocupaba la Fira. En la presentación no se mencionan ni se cuenta con ellos para 2014. Pero Serra dejó claro que están en los planes de futuro para conseguir aumentar la oferta y los visitantes. Por ahora no se cobrará, como se pensó, por entrar a ver la Sala Oval, pero preocupa el tema de los visitantes. “Cada año dos millones de turistas van a la Fuente Mágica, que está a 100 metros del museo”, dijo Serra.
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