El MUA homenajea a Raül Botella con una retrospectiva de su obra

El Museo de la Universidad de Alicante alojará hasta el próximo 9 de noviembre una retrospectiva de la obra del malogrado artista alcoyano Raül Botella. La colección, expuesta en la sala El Cub, permite observar el camino de un pintor con un lenguaje propio y personal cuya prolífica obra gozó de una libertad especial y autenticidad que le llevó a retratar su entorno desde prácticamente la infancia.

La exposición llega año y medio después de la muerte de este artista plástico. Las pinturas de Botella destilan alegría, poblada como está de monigotes -como bien podría haber llamado a sus retratos de gentes- que nacieron de la ilusión de un niño que empezó retratando en la escuela a alumnos y profesores, como todavía puede leerse en su página web.

En 'Paisatge humà', la primera de las tres partes en las que se divide Raül Botella.Muestra Retrospectiva, queda patente ese estilo alegre y valiente, sin complejos, de Botella, cuyos retratos rozan la caricatura o parecen sumergirse en el mundo del cómic y la ilustración más artística y exagerada siendo fácilmente reconocibles con solo un vistazo. Formado en Bellas Artes en la facultad de San Carlos (Politécnica de Valencia) y en Turín (Italia), los monigotes nunca abandonaron a Botella en el retrato de las costumbres de los lugares que habitó.

Las otras dos partes de la exposición hacen referencia al 'Paisatge urbà' y un 'Totum Revolotum'. En la primera se puede disfrutar de la particular visión de los espacios y edificios de las dos ciudades del artista, Alcoi y Altea. Y en la segunda, trabajos multidisciplinares y cuadros cercanos a lo abstracto, que brotaron del imaginario de Botella en el tramo final de la enfermedad que no pudo superar.

Raül Botella murió con 35 años. Desde 2002, cuando se profesionalizó, atendía en su estudio en Alcoi, donde comenzó haciendo murales por encargo, caricaturas, dibujos y pinturas, sin dejar de lado otro tipo de trabajos multidisciplinares. Sin desdeñar las nuevas tecnologías, Botella gustó de usar lo básico en sus dibujos, el lápiz y el papel. Mucho de lo que se puede ver en la muestra es la última parada de un artista que inició un viaje emborronando los libros del colegio con una afición para divertirse y divertir a los demás. Esa alegría todavía se siente en los cuadros de Raül Botella.