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CC OO se desmarca de momento de la huelga de limpieza convocada por UGT

La patronal reconoce que su postura en la negociación del convenio es "bastante dura" Confirma que tres empresas quieren despedir a 1.400 empleados de mantenimiento y jardinería El Ayuntamiento amenaza con ‘multas’ de hasta cinco millones

CC OO se desmarca de momento del anuncio de huelga indefinida en la limpieza viaria de Madrid realizado por UGT el pasado viernes, cuando la patronal Aselip anunció en la mesa de negociación del convenio la intención de las empresas adjudicatarias del servicio de despedir a 1.400 trabajadores, un 28% de la plantilla. El portavoz de CC OO en el sector, Félix Carrión, considera que UGT (con ocho representantes sindicales de los 15 en la mesa) no ha contado con los otros sindicatos (CC OO tiene cuatro y CGT tres) para dicha convocatoria, que a su juicio es precipitada ya que aún no se ha formalizado ninguno de los expedientes de regulación de empleo anunciados. "Aún no hemos visto nada, ninguna propuesta concreta y pensamos que hay alternativas a los despidos", señala Carrión.

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CGT también considera prematura la convocatoria de UGT, que les sorprendió el viernes según explica uno de los portavoces del sindicato, Francisco Javier Palacios."Despedir a 1.400 es una barbaridad. No sobra nadie, falta dinero", dice y añade que "hoy mismo en OHL han entregado 23 cartas de despido por supuesto bajo rendimiento", informa Palacios.

El presidente de Aselip, Francisco Jardón, sostiene que "no se puede mantener" el servicio "con la misma mano de obra" y que las administraciones quieren "hacer lo mismo con menos dinero", en alusión al Ayuntamiento de Madrid. Jardón, que reconoce que la postura negociadora ha sido "bastante dura" indica que la propuesta de la patronal para el nuevo convenio no es una bajada de sueldo del 40% como dice UGT sino que han planteado "volver a las tablas salariales de 2007". Según Carrión, eso supone una pérdida de unos 200 euros en salarios que van de los 900 euros mensuales de un jardinero a los 1.100 de un barrendero.

Los tres sindicatos reprochan a la patronal la "amenaza" que a su juicio supone el hecho de anunciar un ERE en una mesa de negociación de convenio y señalan la responsabilidad del Ayuntamiento, al que recuerdan que garantizó que el precio del contrato mantendría los puestos de trabajo de todo el personal, ya que las empresas tendría que subrogarse a las plantillas. "Los contratos son inviables y van a la quiebra", opina Palacios.

También en el seno de la patronal hay disensiones. Ferrovial (cuya filial Cespa obtuvo uno de los seis lotes que adjudicó el Ayuntamiento para la limpieza y mantenimiento de la ciudad hasta 2021) ha enviado cartas a sus comités para informarles de que no va a presentar ningún ERE. Un portavoz del grupo empresarial declinó ofrecer más explicaciones, pero fuentes Carrión recuerda que fue la adjudicataria cuya bajada de precios frente al propuesto por el Ayuntamiento fue menor. En realidad no demasiado respecto a alguno de sus competidores: a la rebaja del 10% respecto a lo que se venía pagando que exigía el Gobierno municipal, Ferrovial añadió otro 12,56%. La de FCC, que se llevó dos lotes, ofreció cobrar un 14% y un 13%. Valoriza (del grupo Sacyr) se llevó otros dos contratos con una bajada del 22,97% en un caso y del 16,17% en otro, un poco menos que la rebaja que planteó  OHL , del 16,56%.

Un portavoz de FCC confirmó a este diario que esta semana informará por carta a los comités del ERE que va a plantear, y que la próxima lo formalizará ante la autoridad laboral. El grupo rechaza explicitar a cuántos trabajadores pretende despedir.

El Ayuntamiento amenaza con ‘multas’ de hasta cinco millones

BRUNO G. GALLO

El concejal de Medio Ambiente, Diego Sanjuanbenito (PP), ha emitido esta mañana un comunicado para desvincular al Ayuntamiento de una posible huelga en los servicios de limpieza viaria, que “se inscribe” en su opinión “en un escenario de negociación entre empresas y sindicatos ajeno al ámbito de competencias” municipales. Sin embargo, preocupado por el daño político de la protesta, ha vertido además una amenaza velada a las empresas concesionarias: ““Entendemos que es necesario recordar que la nueva contratación determina el abono de los pagos mensuales en función del cumplimiento de unos indicadores mínimos de calidad que corresponde alcanzar a todas y cada una de las empresas que tienen encomendado el servicio”.

Efectivamente, los nuevos contratos integrales del Ayuntamiento con las empresas que prestan los servicios municipales (recogida de basuras, limpieza viaria, mantenimiento de jardines, etcétera) han cambiado el sistema de control, de forma que ya no se exige a las concesionarias un mínimo de recursos humanos o materiales. Eso ha permitido a éstas anunciar un expediente de regulación de empleo que podría afectar hasta a un 28% de su plantilla, según denuncian los sindicatos. Los nuevos contratos incluyen rebajas de hasta el 23% respecto al coste que tenían anteriormente estos servicios para el Ayuntamiento.

¿Cuál es entonces el mecanismo de control? El contrato (por ocho años prorrogables a diez y 2.317 millones de euros) establece unos indicadores de calidad (si las aceras están baldeadas, el césped bien cortado, las paredes sin pintadas, etcétera) que son vigilados por unos 300 inspectores municipales. En caso de incumplimiento, se efectúan detracciones de la cantidad a pagar a la concesionaria mensualmente, que pueden alcanzar hasta el 20% del total. Así, si la empresa debe recibir 25 millones de euros por sus servicios en noviembre, el Ayuntamiento podría penalizarla por un mal servicio con hasta cinco millones de euros.

El portavoz municipal socialista, Jaime Lissavetzky, ha criticado esta mañana: “La limpieza en Madrid está mal, se ha ido deteriorando por la falta de gasto”. La rebaja de hasta un 25% en los contratos del Ayuntamiento con las empresas que realizan el servicio se ha traducido, según Lissavetzky, en el despido de empleados, hasta un 20% de la plantilla actual, y en que, “puesto que hay menos trabajadores, la ciudad esté más sucia”. “No existe un milagro Botella, que por menos trabajadores hubiera un milagro y la ciudad estuviera más limpia”, ha zanjado.

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