Las máximas baten récords por el viento de poniente

Un calor achicharrante, provocado por el viento de poniente, disparó este martes los termómetros en buena parte del territorio valenciano, que batió máximas de récord.

En la localidad valenciana de Oliva se alcanzó una máxima de 34,3 grados centígrados a las tres de la tarde. Aunque no fue esta la única población que superó los 30 grados. En Valencia la máxima se situó en los 33,9 grados, que superó la máxima de Elche en solo una décima. En la localidad de Manises la máxima registrada fue de 33,7 grados centígrados.

Los datos, recogidos por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), registraron máximas de 32,7 grados en las ciudades de Segorbe (Castellón) y Xàtiva (Valencia), mientras que en Alicante el termómetro registró 32,4 grados.

Durante la madrugada del martes los termómetros tampoco dieron tregua, ya que el viento de poniente que registra la Comunidad Valenciana en los últimos días impidió el enfriamiento por irradiación. “La atmósfera agitada y estable ha transportado el calor de capas altas a capas bajas”, indicaron desde la Agencia Estatal de Meteorología

Este fenómeno hizo que numerosos municipios registrasen las mínimas más altas en la madrugada del martes desde hace más de medio siglo.

La noche más cálida

Alicante experimentó la noche de octubre más cálida desde hace 92 años, con 21,7 grados. Valencia, con 23,6 grados, no había registrado una noche más cálida en los últimos 73 años. Y Castellón, donde el termómetro marcó 22,7 grados centígrados, no había alcanzado esos dígitos en 71 años, según los registros de Aemet.

Las elevadas temperaturas registradas en el primer día de octubre no hicieron sino cerrar un mes de septiembre cálido y muy seco, con unas precipitaciones de 11,2 litros por metro cuadrado de media estimada. Una cantidad que es un 80% inferior a lo que suele ser habitual en esta época del año. La temperatura media de septiembre, por el contrario, se situó en 0,6 grados más que el promedio habitual registrado entre los años 1971 y 2000.

Según Aemet, septiembre fue en las zonas litorales y prelitorales de Valencia “extremadamente seco”. Tanto que las precipitaciones en la ciudad de Valencia fueron inexistentes.