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Flotats por partida doble en el TNC

El actor y director vuelve para recitar a Espriu y montar un Marivaux

Jacinto Antón
Josep Maria Flotats, durante su homenaje en el TNC.
Josep Maria Flotats, durante su homenaje en el TNC.JOAN SÁNCHEZ

Josep Maria Flotats regresará esta temporada por partida doble al Teatre Nacional de Catalunya (TNC), del que le echaron con cajas destempladas en 1987. Flotats pisará de nuevo el escenario de la Sal Gran el 15 de noviembre como recitador de la poesía de Espriu en Un réquiem per a Salvador Espriu, a partir de la obra de Xavier Benguerel, y estrenará como director el 7 de mayo de 2014 en el mismo escenario El joc de l’amor i de l’atzar, de Pierre de Marivaux, coproducción del TNC y el Centro Dramático Nacional de Madrid que se representará en castellano en el Teatro María Guerrero la siguiente temporada. El regreso de Flotats, que ha sido anunciado esta mañana en la presentación de la temporada del TNC, significa que el insólito acto de desagravio que le tributó la Generalitat el pasado julio ha dado sus frutos. Habrá que ver ahora cuánto partido nacionalista se le puede sacar al personaje en la coyuntura del tricentenario de 1714. Durante la presentación de la programación, en la sala Petita del TNC, ha podido verse a Flotats en una gran pantalla explicando su montaje de Marivaux y la complejidad de abordar al gran dramaturgo del amor.

Harold Pinter, Tennessee Williams, Lorca, Sagarra y Pitarra, en la temporada

La temporada del TNC, con 21 producciones, ha sido presentada por su nuevo director, Xavier Albertí, que ha recalcado que se trata de una programación digna de los buenos tiempos del teatro, antes de los recortes, aunque se ha hecho con esos recortes vigentes y bajando un 25 % los precios de las entradas en relación con la temporada pasada. El secreto de ese milagro de los panes y los peces en versión teatral lo ha explicado Albertí por la política de contención de retribuciones, las políticas de ahorro en la casa que han permitido concentrar recursos en lo más importante y la complicidad de todos. No lo dijo, pero uno de los capítulos en los que se ha recortado a saco es evidente: no hay teatro internacional, a excepción de tres representaciones en abril en la Sala Petita de Amarillo, del Teatro Línea de Sombra, de México, una compañía, eso sí, considerada la gran embajadora de la renovación dramatúrgica de mexicana. La obra está dedicada a la dura realidad de los emigrantes que tratan de llegar a EE UU. La programación está además trufada de lecturas dramatizadas, coloquios, conferencias y pases de películas que aparte de ser muy interesantes abultan el programa.

El telón del TNC se levantará en la Sala Gran el 2 de octubre con Taxi… al TNC! (hasta el día 6), un espectáculo “imposible” por acumulación (76 intérpretes) en el que todos los artistas que desfilarán a lo largo de la temporada y otros realizarán números de variedades en la tradición de las viejas revistas musicales del Paralelo de los años veinte y treinta. El ensamblaje dramatúrgico es de Lluïsa Cunillé, Josep Maria Miró y Xavier Pujolràs. La iniciativa pretende reivindicar la “singularidad patrimonial” que es la revista.

Xavier Albertí, Ferran Mascarell y Sol Daurella, esta mañana en la presentación de la temporada del TNC.
Xavier Albertí, Ferran Mascarell y Sol Daurella, esta mañana en la presentación de la temporada del TNC.efe

Una de las obsesiones de esta nueva etapa Albertí es destacar el compromiso social del TNC –que se expresa en la potenciación de los contactos con entidades cívicas, una renovada política de publicaciones y un amplio abanico de actividades que van más allá de lo estrictamente teatral-. De fondo, la preocupación por justificar el gasto en un equipamiento como el TNC en estos años de vacas flacas. Al estilo de las iniciativas iniciadas por las salas alternativas, las entradas de Taxi… al TNC!, las pagará el espectador al precio que considere oportuno, y la recaudación se destinará íntegramente al programa Apropa Cultura, que pretende eliminar fronteras sociales y económicas en el acceso público a la cultura. En la Sala Gran podrá verse luego (30 de octubre a 10 de noviembre) La capitana, un homenaje a Carmen Amaya, con motivo de su Año, a cargo de Ramón Oller, Mayte Martin y Jesús Carmona, entre otros. Albertí calificó a Amaya de una de las grandes figuras de la cultura catalana. A continuación llegarán el Rèquiem por Espriu (también en su propio Año), que incluye a la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC) e inaugura la colaboración con el vecino Auditorio; La rosa tatuada (12 de diciembre al 2 de febrero), un Tennessee Williams inédito en los escenarios catalanes, según Albertí, que dirigirá Carlota Subirós y en el que la paraje protagonista (Burt Lancaster y Anna Magnani en la versión fílmica de Daniel Mann de 1955, que se proyectará paralelamente en la Filmoteca) la encarnarán Clara Segura y Bruno Oro; Doña Rosita la soltera, de Lorca, dirigida por Joan Ollé (27 de febrero al 6 de abril), con Nora Navas como la protagonista y un reparto en el que figuran Carme Elias, Mercè Aránega, Enric Majó, Lluís Marco o Candela Serrat, y el Marivaux de Flotats.

La sala Petita arrancará el 17 de octubre con Terra de ningú, de Harold Pinter, con Josep Maria Pou, Lluís Homar David Selvas y Ramon Pujol, dirigida por el propio Albertí –que dirigirá también otro espectáculo a final de temporada, L’eclipsi (del 2 al 20 de julio), una obra de teatro musical de Alberto García Demestres y Paco Zarzoso que formará parte del festival Grec 2014. Seguirán en la Petita Fum, de Josep Maria Miró, dirigida por él mismo, Ocells i llops, de Josep Maria de Sagarra, con dirección de Lurdes Barba (19 de febrero al 6 de abri), Amarillo, el espectáculo Frontera –tres piezas de Rafael Spregelbuld (sobre el caso del sufrido Ecce Homo de Borja), Falk Richter, y la Cunillé.

En la Sala Tallers que reabre como “espacio laboratorio” tras cerrar por los recortes, ha situado Albertí su reivindicación de Serafí Pitarra, que bajo el epígrafe de Epicentre Pitarra quiere mostrar la gran importancia real del dramaturgo en el teatro y la cultura catalanes. El ciclo incluye una exposición (ésta en el vestíbulo del TNC), conferencias –De Pitarra a Polònia, com reim els catalans, por Toni Soler- y los espectáculos L’esquella de la Torratxa, El cantador, dirigido por Xicu Masó y con la Jove Companyia del TNC, Liceistes i cruzados, por Jordi Prat i Coll, y Safari Pitarra, de Jordi Oriol y Josep Pedrals. En la Tallers, también, El triomf de la fonética, una vieja (está escrita antes de la Guerra Civil) incursión de Martí de Riquer en la escritura teatral. Y Moro com a país, un monólogo del dramaturgo griego Dimitris Dimitriades.

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Sobre la firma

Jacinto Antón
Redactor de Cultura, colabora con la Cadena Ser y es autor de dos libros que reúnen sus crónicas. Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona y en Interpretación por el Institut del Teatre, trabajó en el Teatre Lliure. Primer Premio Nacional de Periodismo Cultural, protagonizó la serie de documentales de TVE 'El reportero de la historia'.

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