El PP rompe con CiU en Sitges por cambiar el nombre de una calle
Los populares acusan al alcalde de “desleal” y de cambiar sus prioridades
La decisión de CiU de apoyar el cambio de nombre de la calle y la plaza de España de Sitges, a propuesta de la CUP, le ha supuesto perder la mayoría de gobierno en el consistorio. Su principal socio en el ejecutivo municipal, el PP, ha dado carpetazo a la polémica iniciada a principios de agosto por el cambio de nomenclatura anunciando su salida del ejecutivo y acusando al alcalde convergente Miquel Forns de “desleal”.
Los tres concejales del PP que forman parte del gobierno de Sitges tienen previsto presentar mañana su renuncia al cargo para volver a la oposición. Pero no van a enterrar del todo el debate sobre las nuevas nomenclaturas. En el próximo plenario, presentarán una moción para revocar el acuerdo que ha supuesto el cambio de nombre de la calle y la plaza de España por los de calle de la Bassa Rodona y plaza del Pou Vedre. Para ello, han pedido el apoyo del PSC, que en su día se abstuvo.
Una semana después de que, a finales de julio, el Ayuntamiento de Sitges acordara devolver a estas dos vías su nombre anterior, con los votos favorables de CiU y la CUP, los populares anunciaron que se daban un tiempo para reflexionar sobre su continuidad en el ejecutivo municipal, confiando en que se abriera un diálogo con los convergentes para solucionar la crisis. No ha sido así y la decisión definitiva ha sido salir del gobierno, en el que entraron en 2011. CiU se queda en minoría, a pesar de mantener el pacto con dos grupos independientes (que también votaron en contra del cambio de nombre).
“La prioridad de CiU ya no son las necesidades de la población, sino la independencia de Cataluña”, sostiene Jorge Carretero, portavoz local del PP. Y eso supone romper, a su juicio, el acuerdo firmado hace dos años en el que se comprometían a dejar al margen sus posiciones sobre ese asunto. También la vicesecretaria de Organización del PP catalán, Dolors Montserrat, intervino en la polémica y tachó a Forn de “desleal” y de estar “en manos de un partido minoritario”, en alusión a la CUP.
Ahora las miradas se centran en el principal partido de la oposición, el PSC. Su primer secretario en Sitges, David García, apuntó ayer que su partido está a la espera de ver cómo reacciona el nuevo gobierno. El PSC exige al alcalde un ejecutivo fuerte para lo que queda de mandato y se ha ofrecido a facilitar la gobernabilidad del municipio.
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