Los Mossos detienen a nueve ‘lateros’ tras una pelea multitudinaria

La madrugada del lunes el panorama en la plaza dels Àngels, delante del Museo D’Art Contemporani en Catalunya (MACBA), era el de una batalla campal. Unas horas antes, una quincena de lateros habían acabado a las malas, después de una disputa por un conflicto territorial por las zonas de venta.

Los Mossos d’Esquadra informaron ayer de la detención de nueve personas que participaron en la gresca: seis de un bando y tres de otro. Los hombres, de origen paquistaní, acabaron rompiendo botellas y amenazándose con ellas. Uno de ellos incluso tuvo que ser atendido en el hospital del Mar, con heridas en la nariz.

La voz de alarma la dio el vigilante del MACBA, que pudo ver a través de las cámaras de seguridad del museo como una de las plazas más emblemáticas del Raval se convertía en una refriega tumultuaria. Pero cuando los Mossos acudieron al lugar, empezaron las carreras por el barrio.

Los agentes lograron detener in situ a seis personas. Parte del grupo huyó hasta un piso de la calle de Joaquín Costa, donde finalmente la policía detuvo a tres personas más, con lesiones de poca importancia. Dos de los implicados tenían antecedentes: uno por tráfico de drogas, agresión sexual y robo con fuerza y otro por tráfico de drogas, robos con fuerza y hurtos.

Sin violencia

“No es nada habitual que los lateros acaben en peleas”, explica el subjefe de los Mossos d’Esquadra del distrito de Ciutat Vella, el inspector Josep García. La comunidad paquistaní es la que más se dedica a la venta de latas de cerveza en la ciudad, y cuando tienen algún problema, cuenta García, lo resuelven en privado.

El Ayuntamiento de Barcelona ha iniciado una dura campaña de control a este tipo de venta ambulante. Tanto los que ofrecen las latas como quienes las compran se exponen a multas por infringir la normativa municipal: 250 euros para el distribuidor y 120 para el ciudadano que compra. En algunos casos, además, los vendedores ofrecen drogas, lo que ya sí supone un delito. En junio, el Consistorio anunció que habían impuesto más de 133.600 denuncias por venta ambulante desde 2011 y se habían decomisado más de 700.000 latas. Esa presión es lo que puede haber hecho crecer la conflictividad entre los vendedores, cuenta el inspector.