La banda de las endoscopias malvendía el material robado en Colombia
La Ertzaintza arrestó a los cuatro supuestos ladrones en un control rutinario de tráfico en Bizkaia
Los hospitales pueden respirar un poco más tranquilos. La conocida como banda de las endoscopias—dedicada a robar material hospitalario— ha sufrido al menos cuatro bajas. La Ertzaintza detuvo el sábado a dos hombres y a dos mujeres vinculados con los robos sobre todo de material para realizar endoscopias (técnica en la que se introduce una cámara en el cuerpo del paciente). En un control de tráfico en Muskiz (Bizkaia), los policías pararon un vehículo en el que viajaban cuatro personas, de origen venezolano y colombiano, según informó ayer Televisión Española. En el interior del coche, los agentes encontraron material hospitalario valorado en 300.000 euros.
En medio año se han producido 11 robos en hospitales de Cataluña, Aragón, Valencia y Navarra, relacionados con el material que se utiliza para realizar endoscopias. A los cuatro detenidos - un padre y un hijo de 33 y 61 años, y dos mujeres de 25 y 64- se les acusa hasta el momento de ser responsables de ocho de ellos: seis en Cataluña y dos en Navarra. El material robado supera el millón de euros, según ha explicado hoy en rueda de prensa el jefe de la División de Investigación Criminal, el intendente Jordi Bascompte.
Los ladrones se especializaron sobre todo en el robo de las sondas que usan las endoscopias. Ese material luego lo enviaban a Colombia, donde lo malvendían. El precio de una sonda estándar en España supera los 20.000, mientras que en Colombia los vendían por entre 600 y 800 euros, según ha detallado Bascompte.
En el momento de la detención, el vehículo había partido de Cataluña, y estaba siendo seguido por los Mossos d’Esquadra, que habían colocado en su interior una baliza para no perderle la pista. La policía catalana lleva meses investigando quién se encuentra detrás de los robos que han sacudido a los hospitales catalanes. Aunque no hay ninguna prueba material de ello, los agentes sospechan que se preparaban para actuar en el País Vasco, informa Mikel Ormazabal.
Para resolver los casos, la policía catalana se ha valido de imágenes captadas en la entrada de los hospitales así como de los envíos por paquetería del material a Sudamérica. En varios casos los ladrones lograron entrar sin forzar ninguna puerta a zonas restringidas, a las que solo pueden acceder los pacientes que van a ser sometidos a una prueba o el personal del hospital equipado con una tarjeta identificativa.
Los detenidos llevaban material
Varios responsables de hospitales sospechan que los ladrones habían investigado los centros para identificar las salas de endoscopias y el lugar donde se guardaba el material. Los equipos para realizar endoscopias están formados por una sonda flexible con fibra óptica, que se introduce en el cuerpo del paciente conectada a una torre equipada con un monitor que los médicos utilizan para observar las imágenes obtenidas. El precio de las sondas oscila entre 24.000 euros y 32.000 euros. Las torres con el monitor pueden costar hasta 60.000 euros. En el último hospital que sufrió un robo en Cataluña —el Santa Tecla de Tarragona— las sondas estaban colgadas de la pared y solo tuvieron que descolgarlas.
Los endoscopios llevan números de identificación que permiten hacer un seguimiento del aparato en caso de que este necesite ser reparado, lo que hace muy difícil que los equipos sustraídos vuelvan a utilizarse en un centro sanitario español. Los mossos han recuperado en total 19 sondas. En el momento de la detención llevaban 11 de uno de los hospitales saqueados en Navarra y una de un centro de Sevilla.
Los robos en Cataluña comenzaron en abril, cuando los ladrones se llevaron un aparato de oftalmología del Hospital Santa María de Lleida. Pero el suceso no salió a la luz hasta que se disparó la alarma de la oleada de asaltos hospitalarios. Poco después, en mayo, la banda golpeó en el Hospital de Terrassa (Barcelona), de donde se llevó un aparato de endoscopia digestiva y cinco colonoscopios.
Los robos se intensificaron en verano. A principios de agosto, la banda irrumpió en dos hospitales de Lleida y Salt (Girona). El día 5 entraron en el Hospital Santa Caterina de Salt y se llevaron cinco gastroscopios y tres broncoscopios valorados en 50.000 euros. En el Arnau de Vilanova (Lleida), la banda robó una docena de equipos y otro utilizado para examinar el páncreas unos días después, el día 12. El botín está valorado en 400.000 euros. Hoy además la policía catalana ha informado de un robo el 26 de julio en el hospital de Vic, donde se llevaron maquinaria médica por valor de más de 30.000 euros, otro más en el hospital Dos de Maig, en Barcelona, y, el 17 de agosto, en la Vall d'Hebrón, también en la capital catalana.
Entraban en los hospitales
Todos los hospitales cuentan con seguros sobre el material robado. La empresa que suministra los equipos en la mayor parte de los hospitales catalanes (Olympus) prestó a los centros afectados aparatos para reducir el impacto de los robos sobre los pacientes que esperaban una prueba. Aun así, algunos tuvieron que suspenderlas hasta que pudieron reponer el material. Cuando se produjo el último robo, el 27 de agosto en Tarragona, la empresa no pudo prestar equipos al Hospital Santa Tecla porque se había quedado sin stock debido a la oleada de robos.
Además de Cataluña, la banda también golpeó en dos hospitales de Aragón, otros dos en Valencia y dos más en Navarra. Los ladrones entraron en marzo en el Hospital Clínico de Zaragoza, donde se llevaron dos procesadores utilizados en endoscopias digestivas valorados en 300.000 euros. El fin de semana del 11 y 12 de mayo sufrieron robos el Hospital San Jorge de Huesca, el Hospital Clínico de Valencia y el Hospital Provincial de Castellón. El 31 de agosto asaltaron el Hospital General de Estella y el hosptal Sofía de Tudela, ambos en Navarra.
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