La superficie quemada este año en Andalucía baja un 85%

Aún queda verano y el riesgo de incendios es muy alto, pero Andalucía firma, de momento, un buen año en el que no se ha producido ningún gran siniestro forestal. Según la estadística elaborada por el Infoca, entre el 1 de enero y el 25 de agosto de 2013, un total de 1.165 hectáreas se han visto afectadas por el fuego en la comunidad, la inmensa mayoría (1.055) de matorral. Esta cifra supone un descenso del 85% respecto a la media registrada en la última década, que es de 7.706 hectáreas. Es la tercera mejor cifra de este periodo.

Pero no sólo se ha producido una disminución "significativa" del suelo, sino también del número de intervenciones. El dispositivo para la prevención y extinción de incendios en Andalucía ha llevado a cabo 461 actuaciones en terrenos forestales, cifra que está muy por debajo de la media de los últimos diez años, que se sitúa en 697. De las que se han producido este año, 380 intervenciones han sido por conatos (la superficie es inferior a una hectárea) y 81 por incendios, frente a la misma media, de 536 y 170, respectivamente.

La provincia con más hectáreas quemadas ha sido Almería (504), con un 43,29% del total. Cádiz ha sido el territorio que menos ha sufrido los efectos del fuego, con 62 hectáreas calcinadas. En medio se han situado Jaén (140), Sevilla (139), Granada (113), Málaga (71), Huelva (67) y Córdoba (65).

Desde el Infoca destacan, además, el descenso en el número de intervenciones en los meses previos al inicio de la campaña de extinción (1 de junio). Fueron un total de 80, cuando en el periodo que se toma como referencia ascendió a 183. La tendencia ha sido la misma en el suelo afectado durante los primeros cinco meses de 2013, con 152 hectáreas arrasadas, frente a las 432 de media de los diez años anteriores. A esta situación que se ha dado entre enero y junio han contribuido las abundantes lluvias, que permiten la acumulación de humedad en la vegetación.

La Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente recordó ayer que se trata de datos provisionales y que "en ningún caso se puede bajar la guardia". De hecho, alertó de la "peligrosidad" de la actual campaña de extinción por la proliferación de combustible fino en el monte, consecuencia de las lluvias previas, que favorece la propagación de incendios cuando se seca por el calor. La Consejería también pidió la colaboración ciudadana, tanto evitando conductas negligentes como alertando lo antes posible de un posible siniestro a través del teléfono de emergencias 112.