Londres reina en Paredes de Coura

En la calurosa noche de Paredes de Coura –calor en Paredes, sí– dos bandas de Londres se llevaron el gato al agua del muy refescante río Tabuao. Con dos propuestas antitéticas, primero The Vaccines y a continuación Hot Chip levantaron al público de la hierba donde muchos vegetaban tras varios días de acampada y electrificaron la jornada del jueves, la primera de las tres principales de un festival que arrancó lentamente el martes. Llegaron a continuación para clausurar el escenario principal los suecos The Kinfe, la gran decepción del día con su espectáculo vanguardista construido a golpe de saltitos aeróbicos.

El Vodafone Paredes de Coura, que cumple su edición número 21, parece haber encontrado la tecla del éxito. Ajeno a la crisis que castiga las dos riberas del Miño, año tras año el público responde a la llamada de un evento que trasciende la mera programación de conciertos. Con su aire rural y su combinación imposible de bifanas y elctrodance, el festival reunió el jueves, en una jornada sin superbandas pero sin relleno innecesario, a cerca de 20.000 personas, y de ahí ya no bajará hasta que el sábado Belle and Sebastian y Calexico despidan la fiesta. En la barra se piden casi tantas cañas como imperiais o canecas, lo que demuestra el tirón que conserva al norte de Valença.

Fue la del jueves una jornada de contrastes. The Vaccines refrescaron como sus guitarras eléctricas un cartel que gira más que suavemente hacia la música electrónica. Todo muy clásico, todo muy efectivo: batería, bajo, dos guitarras y pose rock. Roqueros pero nada vanidosos; se diría que incluso majetes, en la onda de Franz Ferdinand, Kaiser Chiefs o Foo Fighters. Canciones cortas, estribillos pegadizos y perlas con vocación de convertirse en clásicos, como la esperada If you wanna. Con algún altibajo en el repertorio, comprensible en quien va aún por su segundo disco, pero con un final de concierto apabullante.

Y del roc, al baile con Hot Chip, los grandes triunfadores. El contraste con The Vaccines es relativo, porque además de compartir Londres como ciudad de origen, también les une el revivalismo –unos del punk menos agresivo, otros del pop eléctrico de los ochenta– y lo poco que se toman en serio a sí mismos. Con sus anárquicas coreografías, Hot Chip organizaron un jaleo fenomenal sobre el escenario Vodafone. Estos siete individuos que parecen sacados de una facultad inglesa de Biología, aunque de moldes y generaciones distintas, y con su nada carismático cantante, Alex Taylor, al frente, se metieron al público en el bolsillo y superaron el listón de The Vaccines.

Pese a la comunión con el baile electrónico, el contraste de Hot Chip fue mayor con The Knife. Por lo pretencioso de su espectáculo –hasta el hastío– y por el papel más que secundario que le concedió a la música, basada en pregrabaciones. Si Hot Chip llenaron el escenario de multiinstrumentisas, The Knife escondieron a sus músicos. Todo el protagonismo fue para los siete bailarines y sus insistentes brincos. Pero por suerte, Paredes de Coura es algo más que el escenario principal. En el alternativo, Vodafone FM, convencieron Veronica Falls, Little Boots o el groove del catalán John Talabot. Y por la tarde, un selecto grupo de apenas 60 personas elegidas al azar entre el público pudieron asistir a una de las music sesions acústicas al aire libre programadas por la organización. La del miércoles corrió a cargo de Bombino, este viernes le corresponde el turno a Citizens! y el sábado de Ducktails.

A la espera de que lo cierren Calexico y Belle and Sebastian, el Vodafone Paredes de Coura reserva para este viernes otro poco de revivalismo, esta vez del post-punk inglés de los ochenta. Con una banda legendaria como Echo and the Bunnymen y con otra mucho más joven que le rinde pleitesía, The Horrors. El cartel y los meteorólogos pronostican m