“La reforma laboral se quedó corta”

Desciende con puntualidad del asiento de copiloto de un deportivo blanco a la puerta del Club Financiero de Vigo. José Manuel Fernández Alvariño (1947), histórico empresario vigués y nuevo máximo responsable de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), quiere pasar página del enfrentamiento a cara de perro con el presidente saliente que culminó el 30 de julio con su elección.

Pregunta. El proceso electoral ha estado presidido por una tensión que hacía mucho tiempo que no se vivía en la patronal.

Respuesta. Sí, una tensión inexplicable. Pero como yo siempre hablo de futuro, lo pasado, pasado está. No hay tema. Si hubo alguna salida de tono, lo lamento en nombre de todos los empresarios, la imagen para mí es fundamental y desde que tomé posesión mi principal objetivo es la unión empresarial. Hubo un proceso electoral, y si hay unos 50 o 53 votos que van a reflexionar, mi misión es que lo hagan. Y decirles: ‘Mire, a lo mejor es que no me he explicado bien, le voy a explicar mi proyecto, nuestro proyecto, porque no quiero personalismos ni presidencialismos’. Y en A Coruña, donde alguna gente ... porque otra de A Coruña está conmigo... A la gente que aún sigue reflexionando trataré de explicarles este proyecto común para que se anexionen.

P. Parece que la división era más territorial que de modelo.

R. No sé si es territorio o no. Nuestro mensaje es localismos fuera. Yo siempre hablé de la Galicia global empresarial. En la Confederación de Pontevedra lo hacía, porque un empresario de Fene es tan importante como cualquier otro. Por tanto, localismos fuera, porque los personalismos a veces tienden a focalizar en un sitio. Nosotros queremos la Galicia global empresarial. Soy un hombre liberal y tengo una idea muy clara: unión empresarial, filosofía totalmente distinta, reforma estatutaria, limitación de mandatos y que ningún presidente provincial pueda ser a la vez presidente de la gallega. ¿Sabe por dónde voy, no? (risas).

"Necesitamos más flexibilidad en la contratación laboral"

P. El presidente saliente, Antonio Fontenla, ha puesto en duda la limpieza del proceso.

R. Nada, nada. No pierdo ni un segundo en ese tema. Me preocupa el mes de agosto, me preocupa 2013, que será un año todavía de una dureza tremenda. Y las personas, al final, son responsables de sus manifestaciones, cada uno de las suyas.

P. Fontenla también ha deslizado que le corresponde una vicepresidencia como expresidente.

R. Es que o no se leyó los estatutos o... Sabe de sobra, para eso lleva ahí 14 años, o 15 años [risas], que los estatutos dicen que todos los presidentes de las provinciales son de facto vicepresidentes. Lo que pasa a lo mejor es que con su doble ocupación de presidente de A Coruña y de la CEG, no cuadró. Lo que no sé es si va a continuar de presidente de A Coruña. Eso sí que no lo sé.

"Sindicatos y empresarios no podemos estar anquilosados en terminologías de hace 30 años"

P. Durante el proceso de fusión de las cajas usted estuvo en contra. ¿Sigue defendiendo que esa fusión fue un error?

R. No, ya pasó mucho tiempo, tengo que vivir el día de hoy, y sí digo que Novagalicia Banco es sistémico para Galicia, que apoyamos al equipo humano, desde el presidente a la última persona, que por supuesto nos gusta esa proximidad y que lo apoyamos en su plan.

P. También defendió la continuidad en Pescanova de un empresario muy relevante, como es Manuel Fernández de Sousa. ¿Qué opina de lo que ha ocurrido con Pescanova?

R. Yo sigo diciendo que la historia es la historia, que no se puede uno olvidar después de tantos años de que Pescanova nació en Vigo, en Galicia, y tuvo un proceso de internacionalización espectacular. Yo quiero reconocer a una entidad que puso a Galicia en el mundo y que apostó por la acuicultura, que es un posible desarrollo económico en Galicia; una empresa que investigó, que innovó, que fue pionera... Cayó lo que cayó, una recesión del crédito espectacular, y muchos empresarios estuvimos o estamos todavía en el tema ese. Y a partir de ahí, de luchas internas no sé.

P. El paro evoluciona mejor en España que en Galicia. ¿A qué lo atribuye?

R. El aumento es muy positivo a nivel nacional, con cinco meses de continuo avance... Después, a efectos locales o regionales como Galicia sí que es verdad que los números no hablan claro. Pero la profunda recesión del naval... En cuanto el naval se recupere, recuperaremos lo que oficialmente hemos perdido. Estoy convencido de que Galicia va a recuperar empleo de aquí a muy pocos meses.

P. ¿Está con los empresarios que creen que la reforma laboral se quedó corta?

R. Sí, se quedó corta. Estoy con la CEOE, con la misma opinión que CEOE, donde aplaudimos esa reforma pero pretendíamos que fuera un poco más ambiciosa, pero una ambición que viene dada por la competitividad y por lo que Europa dice: hay que ser más competitivos, hay que retocarla [la reforma] y hay que ver. No podemos estar anquilosados los sindicatos y los empresarios en terminologías de hace 20 años o 30 años. Tenemos que ir con los tiempos actuales, y en los tiempos actuales lo que más importa es que todo el mundo o la mayoría tengan un puesto de trabajo.

P. Entonces, esa necesidad de ampliar la reforma laboral de la que hablaba, ¿en qué sentido se debe realizar?

R. Mayor flexibilidad en la contratación, por supuesto, en la que uno pueda adecuarse o descolgarse, aunque descolgar es una palabra que no me gusta... Que uno pueda adaptarse a las situaciones actuales. Porque antes era tan rígido que era un peligro, vamos a llamarlo así. Busquemos esa flexibilidad, esa falta de rigidez, como hacemos cada uno de nosotros con nuestras vidas, al adaptarnos a los momentos actuales.

P. Un expresidente de la CEOE resumió su filosofía en que hay que trabajar más y cobrar menos. ¿Lo suscribe?

R. No, no. Hay que trabajar más, por supuesto, y cobrar lo que se tenga que cobrar. Hay que trabajar más, trabajar adecuándonos a los momentos actuales, con más esfuerzo todos los empresarios, todos los trabajadores y toda la sociedad civil, que está trabajando más, apretándose el cinturón y moviéndose. Pero con un reparto equitativo y equilibrado de las particiones que tenga que tener.

P. El presidente de la CEOE afirmó que el caso Bárcenas desprestigia a España. ¿Lo suscribe?

R. No, yo no quiero entrar en ese tema. No sé si desprestigia o no. Yo lo que digo es que vamos todos a tratar de vender la España que nos merecemos. Tenemos un ejemplo muy claro. Esta desgracia [en referencia al accidente de Santiago] ha imprimido un carácter tremendo, hemos vendido muy bien la imagen de España... dentro de la desgracia, ¿eh?, por Dios. Ojalá no hubiéramos tenido ninguna desgracia, pero hemos demostrado que somos un pueblo muy solidario, que Galicia se puso a disposición de todo el mundo, y hemos observado la magnífica imagen que hemos proyectado como autonomía, con una Administración que arropó en todos los niveles, desde la monarquía al Gobierno central... Pero yo aplaudo mucho al Gobierno autonómico, que estuvo desde el primer momento ahí.