Dado de alta el turista que se lanzó desde el trampolín de 27 metros

Dos saltos a destiempo y a deshora. La madrugada del sábado, dos jóvenes de nacionalidad irlandesa que habían bebido más de la cuenta se colaron en las instalaciones deportivas del Moll de la Fusta de Barcelona, donde está la estructura de los saltos de trampolín que se utilizará a partir del próximo lunes 29 para una competición de saltos organizada del Mundial de Natación que se está celebrando en la actualidad en la ciudad. Los dos saltos, sin embargo, se complicaron.

A pesar de las medidas de seguridad (bastante escasas porque solo había un guardia de seguridad –por más que también sea competencia de los Mossos y la policía portuaria) y con un salto basta para alcanzar la zona de los trampolines), los jóvenes lograron colarse en el recinto con los primeros rayos de sol, a eso de las seis de la mañana. Así, según avanzó La Vanguardia, los dos chicos decidieron saltar. El primero lo hizo desde un trampolín de 10 metros, altura considerable, aunque para los profesionales sean saltos menores. El otro chico obvió el paso intermedio de 18 metros –competición femenina- y decidió aventurarse desde los 27 metros. Al parecer, sufrió politraumatismos y hubo de ser rescatado ya que no podía salir del agua por sí solo. Fuentes del comité organizador del Mundial ya han advertido a este diario que ya han reforzado las medidas de seguridad entorno a la plataforma para que no se repita un capítulo similar.

El joven fue llevado al hospital del Mar, donde quedó ingresado para estar en observación. Esta mañana, sin embargo, ya había sido dado de alta, como confirmaron a este periódico desde el servicio de comunicación del mismo hospital.