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Detenidas 74 personas e incautados 575 kilos de cocaína

La Guardia Civil de Madrid, en colaboración con la DEA, desarticula esta red internacional

F. Javier Barroso

Cerca de tres años de investigaciones han sido necesarios para desenmarañar un complejo entramado dedicado al tráfico de cocaína en el que participaban 74 personas (de ellas, cuatro mujeres), de entre 26 y 59 años . La operación ha sido desarrollada por la Guardia Civil en colaboración con la Agencia contra el Tráfico de Drogas (DEA) estadounidense y las policías brasileña y francesa. Ha permitido el decomiso de 575 kilos de estupefaciente de gran pureza, según ha informado esta mañana la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes.

La llamada Operación Gallego ha permitido desmantelar el grupo que operaba en Brasil y Colombia, además de en España. Tras meses de investigación, se llegó a un conocido cabecilla asentado en Brasil. Utilizaba contenedores de mercancías para introducir la droga en España y después la distribuían por los cinco laboratorios. Estos se hallaban en los barrios de Las Rosas (San Blas) y Entrevías (Puente de Vallecas), Boadilla del Monte, Córdoba y Benalmádena (Málaga). Tras ser adulterada, se trasladaba a Francia

El inicio de la operación comenzó a finales de 2010. Según ha destacado el responsable de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, el comandante Javier Rogero, el éxito de la operación se ha debido al intercambio de datos entre las diferentes policías.

El cabecilla era Alex P. G., alias el Turco, que tenía dos lugartenientes. Uno de ellos era Henry Alejandro G, alias el Negro. Era el que viaja entre colombia, España y Panamá. Fue en este país donde murió tiroteado. La otra segunda de la organización era la española Sonia R. M., cabecilla casada con un jefe de la mafia napolitana ahora detenido. Era la encargada de introducirla en Italia.

La banda se organizada en pequeños grupos que actuaban de manera independiente, pero rendían cuentas al cabecilla. Para sacar los beneficios de la venta de drogas, se utilizaban mujeres denominada mulas, que se llevaba el dinero en efectivo adosados al cuerpo. En una ocasión fue detenida en Barajas una mujer con 100.000 euros en efectivo. El cabecilla blanqueaba el dinero obtenido con la compra de gasolineras en Brasil.

La forma de introducir la droga era en contenedores, a través de la importación de maquinaria de grandes dimensiones, como rodamientos enormes. Otras es la llamada del gancho perdido. La organización selecciona en un recinto aduanero un contenedor al azar. Tras meter una bolsa con 30 o 40 kilos dentro de ese contenedor, accede ya en España un responsable de la organización y lo retira. Después le coloca un precinto nuevo. La droga llegaba con una pureza de un 85% aproximadamente y luego lo rebajaban hasta el 60%. En el caso de Italia, era todavía menos pura.

La banda tomaba grandes medidas de seguridad para evitar ser descubiertos. Entre las más usuales, era el moverse en taxis y cambiar de ellos frecuentemente para no ser detectados. Cuando se movían en sus coches circulaban a velocidades muy altas. En una ocasión uno de sus vehículos fue multado en un día en cinco ocasiones. También se trasladaban con cierta frecuencia sus residencias y los laboratorios de adulteración para no ser detectados por la Guardia Civil.

En la operación se han decomisado además 30 kilos de sustancias de corte (tetracaína y fenacetina), además de 10 armas largas y cortas y un fusil de asalto AK-47, siete vehículos de alta gama, siete millones de dólares en moneda fraccionada y propiedades inmobiliarias por valor de 15 millones de dólares, además de 600.000 euros en efectivo. Un total de 57 de los 74 detenidos han sido arrestados en España. Son de nacionalidad española, colombiana, portuguesa, iraní y boliviana. Muchos de ellos tienen antecedentes policiales por delitos contra la salud pública (tráfico de drogas).

En 2012 las infracciones penales descendieron en la región un 8% respecto al ejercicio anterior. En lo que va de año, 18%, según ha explicado la delegada del Gobierno.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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