Los ediles díscolos del PSPV firman una tregua y retiran a su portavoz
El acuerdo comporta negociar para abrir una nueva etapa y congelar los expedientes disciplinarios
Los concejales del PSPV en el Ayuntamiento de Alicante han declarado una tregua temporal, que está cogida con alfileres. Los cinco ediles díscolos, que la semana pasada se reunieron por mayoría y de espaldas a la dirección del PSPV, para cambiar al portavoz, retiraron este martes la propuesta de designar a María José Adsuar, en un gesto “de buena voluntad”. El objetivo ahora es negociar y abrir una nueva etapa.
El secretario provincial del PSPV, David Cerdán, se reunió durante los últimos días con estos ediles para intentar que aceptaran la idea del secretario general, Ximo Puig, de resolver el conflicto con "diálogo y democracia". Tras días de negociaciones y contactos, los cinco ediles recogieron el guante. Pero dejaron claro que el diálogo comporta hablar “alto y claro” de los problemas de coordinación entre el Grupo Socialista y la ejecutiva del PSPV de Gabriel Echávarri. Y recordaron que en democracia se debe respetar el criterio de la mayoría, y estos cinco ediles son más que los tres que apoya Echávarri.
La petición de Ximo Puig de lograr “diálogo y democracia” entre las partes enfrentadas ha prosperado
Las divergencias sobre lo que había pasado afloraron pronto. La ejecutiva local vendió que los ediles rebeldes habían claudicado y reconocían a Miguel Ull como portavoz y líder. Sin embargo, a través de un comunicado de prensa, los díscolos (María José Adsuar, Alejandro Parodi, Elena Martín, Gabriel Moreno y Ana Paula Cid) reconocieron que retiran la propuesta de Adsuar, pero la continuidad de Ull “se tendrá que negociar”.
Siguiendo las instrucciones de las direcciones provincial, nacional y federal, los cinco ediles rebeldes “apostaron por el diálogo y la democracia” y abogaron por “una salida negociada” que respete la mayoría existente en el Grupo para su mejor funcionamiento. En la nota de prensa, aclararon que su gesto “facilita” la celebración de una reunión para abordar “las discrepancias existentes y con la premisa de que los expedientes abiertos contra estos ediles se retiren”. Fuentes de la ejecutiva provincial reconocieron que el acuerdo contempla la congelación de estos expedientes disciplinarios que la dirección del PSPV abrió contra estos concejales por romper la disciplina de voto en el pleno del Ayuntamiento.
Uno de los ediles confiesa que al PSPV “se le escapan los caracoles”
Los concejales díscolos, no obstante, dejaron claro que “para llegar a un entendimiento hay que respetar la mayoría del Grupo”. Diversas fuentes consultadas, admitieron que el acuerdo es temporal y las discrepancias pueden surgir en cualquier momento. “Está claro que la actual dirección del grupo es ineficaz, y que a los socialistas se nos escapan los caracoles en este Ayuntamiento”, aseguró uno de estos concejales. Los ediles exigieron que se respete la opinión mayoritaria en la toma de posición de temas que ideológicamente son importantes para los alicantinos, y pidieron que “se les deje hacer oposición”.
Estos concejales aclararon que en ningún momento quisieron cuestionar la legitimidad de la ejecutiva local para marcar las directrices políticas, pero sí “reivindican la autonomía y legitimidad para realizar el trabajo diario de la oposición municipal”. Una demanda que precisamente fue el detonante de la bronca interna, ya que Echávarri entiende que la ejecutiva debe marcar la acción política del Grupo en el Ayuntamiento, y los ediles díscolos defienden su autonomía.
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