Izquierda Unida culmina su renovación

Nadie recuerda en Izquierda Unida de Andalucía cuándo fue la última vez que su ejecutiva fue elegida por unanimidad. “Hace mucho, mucho tiempo”, dicen, como si empezaran a leer un cuento. La llegada del nuevo coordinador, Antonio Maíllo, y la presencia de IU, por primera vez en 30 años de autonomía, en el Gobierno andaluz de coalición ha traído mucha paz a esta organización, caracterizada históricamente por sus crónicas tensiones internas.

El consejo andaluz, el máximo órgano de decisión entre asambleas, eligió por unanimidad a la comisión ejecutiva integrada por 50 personas, de las que ocho corresponden a la minoría que lidera la CUT, el partido de Sánchez Gordillo. La coordinación colegiada, el órgano ejecutivo sobre el que recae el día a día de la gestión politica, obtuvo el respaldo del 89,5% y la abstención del 10,5% de la CUT. Este grupo, con una renovación del 80%, está formado por 15 personas. Con Maíllo, estarán el secretario general de los comunistas andaluces, José Manuel Mariscal; el portavoz parlamentario, José Antonio Castro; y el exdiputado Pedro Vaquero.

El excoordinador y vicepresidente de la Junta, Diego Valderas, se encargará de las relaciones con el Gobierno. El nuevo número dos al frente de Organización, es Antonio Valero; y la responsable de Programas es Amanda Meyer, también secretaria general de la Vivienda. Natalia Robles, Isabel Lozano y Lucía Márquez, de Izquierda Abierta, forman parte de la sala de máquinas. Maíllo también ha contado con Álvaro García Mancheño, una figura emergente de la CUT, al que ha fichado al margen de la opinión de este sector minoritario. Como ocurrió en la 19ª asamblea celebrada a mediados de junio, el nuevo coordinador pretende tener las menos hipotecas posibles con los seguidores de Sánchez Gordillo.

El consejo andaluz acordó emprender acciones de protesta por la decisión del Gobierno central de recurrir ante el Tribunal Constitucional el decreto andaluz de fomento de la vivienda, elaborado por la consejería que dirige la cordobesa Elena Cortés (IU).

El viernes 12, a las 12, los dirigentes de Izquierda Unida protagonizarán concentraciones ante las sedes de la Subdelegación del Gobierno de las ocho capitales andaluzas. Según Maíllo, la demanda del Gobierno, que encargó al Consejo de Estado un informe jurídico sobre supuestas vulneraciones constitucionales con posterioridad a la decisión política, es “un ataque más que hace el Gobierno central contra Andalucía”, según informa Europa Press.

Maíllo también abordó ante el consejo andaluz el caso de los ERE y el último auto de la juez Mercedes Alaya, que ha imputado, sin aclarar de qué delito, a una veintena de ex altos cargos y altos cargos de la Junta de Andalucía. La posición de la federación pasa por reclamar celeridad a la instrucción. IU esperará a ver qué decisión toma la Audiencia cuando estudie los recursos de los imputados y en el caso de que estos no prosperen, a la decisión de la juez Alaya cuando les tome declaración. Maíllo reiteró que “ningún inculpado pueda estar en el Gobierno”.

El consejo aprobó la llamada Declaración de Antequera, donde se marcan las prioridades estratégicas de IU para este periodo, entre las que destaca la apuesta por reforzar las alianzas sociales que planten cara a troika, la negociación de la política agraria comunitaria y la reivindicación de la renta básica.

Ante el debate interno de los socialistas, Maíllo presentó a IU como una fuerza que “demuestra y garantiza” la estabilidad. “Esperemos que el PSOE también la garantice”, dijo.