_
_
_
_

Crítica social en forma de tatuaje o de fallera anarca

El artista Jimmy Molina expone sus trabajos interdiscipinares en la galería de Russafa Trentatres

Una de las obras de Jimmy Molina.
Una de las obras de Jimmy Molina.

El asturiano Jimmy Molina (1978), afincado en Valencia, es un tipo inquieto. Pintor, ilustrador, diseñador gráfico, tatuador e instructor de muay thai (boxeo tailandés), Molina emplea todos los soportes a su disposición para reflejar los conflictos sociales a partir de iconos de la cultura contemporánea y de masas y también de la tradiciones más enraizadas. Como las fallas, que inspiran una de las piezas que exhibe a partir de hoy en la galería Trentatres del barrio de Russafa de Valencia (20. horas inauguración). Se trata de una escultura que representa una fallera anarca de rasgos esqueléticos.        

"Me interesan temáticas muy diversas: la crítica política, los conflictos sociales, la instrumentalización de los llamados hechos diferenciales o la representación de la cultura y de las tradiciones", cuenta Molina, que en la exposición ha reunido desde azulejos a graffitis, pasando sobre todo por las ilustraciones, una de sus especialidades. Su mirada irónica y crítica queda patente en la mayoría de sus obras

"De formación, pues, prácticamente autodidacta", apunta el crítico Manuel Garrido de Molina, "pronto abandona los corsés de la pintura académica/comercial para elaborar un discurso propio que le sirva como reflejo de sus preocupaciones. Temas como la conciencia obrera, el análisis crítico de los nacionalismos, de los grandes símbolos de la cultura y la política contemporáneas o la reflexión sobre las señas identitarias son cuestionados, mezclados y agitados mediante hibridaciones conceptuales, sorprendentes combinaciones, mucha ironía y una porción variable de mala leche".

"Su producción artística -desde sus pinturas hasta su obra gráfica pasando por sus diseños para ropa y escultura cerámica- realiza un juego de piernas que baila hábilmente entre el retrato clásico, el street art, el tatoo y la estética kitsch, reivindicando además el uso de la escritura del graffiti como caligrafía", añade Garrido. 

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_