Una carretera partirá por la mitad el aeródromo de El Álamo
La comunicación entre ambos lados se realizaría a través de un paso elevado sobre la M-404
El aeródromo que la Comunidad de Madrid proyecta entre El Álamo y Navalcarnero estará dividido por la mitad por la carretera M-404 que une a ambas localidades. Así lo recoge el Plan Director de la obra: “El nuevo aeródromo estará situado a ambos lados de la carretera M-404, por lo que será necesario construir el correspondiente acceso”. La comunicación entre ambos lados —en uno se situaría la pista de 2.000 metros para los jets privados y en el otro su hermana pequeña, de mil metros— se realizaría “a través de un paso elevado” sobre la carretera.
“Es poco práctico y costoso que una carretera divida un proyecto semejante. Tendrán que unir ambas zonas de alguna forma, con puentes”, observa Ignacio Elduayen, gerente del aeródromo de Casarrubios, en funcionamiento desde hace 20 años y que quedaría a tan solo 1.900 metros del ideado por la Comunidad. “Por no hablar del riesgo de seguridad, ya que los despegues y aterrizajes tan cerca de la carretera, con aeronaves sobrevolándola a poca altura, podría provocar accidentes por despistes y distracciones... Si no algo peor”, añade el propietario y padre del gerente, con el que comparte nombre y apellido.
La entrada al aeródromo tendría lugar mediante un carril de deceleración desde la M-404 en el sentido Navalcarnero-El Álamo. “De esta forma se accederá a una glorieta, que constituye el acceso al aeródromo y distribuye la circulación. Desde ella se podrá acceder a la zona del aeródromo correspondiente a Aviación Corporativa y a la correspondiente a Aviación General, que se encuentra en el margen opuesto de la carretera”, recoge el estudio técnico. La salida del complejo a la M-404 será a través de un carril de aceleración, que permitiría la incorporación a la vía en el sentido El Álamo-Navalcarnero. En una segunda fase —si el incremento de actividad del aeródromo lo justificara: El Gobierno regional señala que arrancaría con 50.000 vuelos anuales y alcanzaría los 100.000 20 años después de su estreno— está prevista la posibilidad de desarrollar una vía de acceso complementaria, conectando el aeródromo con la confluencia de la A-5 y la R-5, creando un enlace específico de acceso.
“La carretera M-404 permitirá ofrecer un acceso directo al aeródromo, algo que consideramos positivo, tanto en este proyecto como en todas las infraestructuras aeroportuarias como el aeropuerto de Barajas, que está rodeado de carreteras de alta ocupación e incluso la M-111 lo cruza por debajo”, argumentan en el Ejecutivo autonómico. La Comunidad pone otros ejemplos, como el caso de Torrejón de Ardoz, “cuyos cazas sobrevuelan la R2 a muy baja altura”, el aeropuerto de Sevilla, “donde el balizamiento de la pista cruza la A-4 sin que eso suponga ningún problema”, o el aeropuerto de Ciudad Real, “cuya ruta de despegue cruza las vías del AVE”. “Los empresarios valoran muchísimo poder contar con unas conexiones rápidas, como sucede en el caso del aeródromo”, recalca el consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Borja Sarasola. De ahí que no sea casual que el complejo esté delimitado al Norte por la Radial-5, al Oeste por la autopista A5 y al Este por la propia M-404.
“Toda infraestructura en la región es bien recibida siempre que cuente con el apoyo de todos los municipios afectados y que su gestión y adjudicación cuente con una total transparencia y cumpla con los requisitos medioambientales, de circulación, etcétera. Dicho lo cual, el planteamiento del aeródromo en estas condiciones provoca que, por ejemplo, no se pueda ampliar la M-404 en caso de que se fuera a duplicar la vía, una vieja reclamación de los vecinos de la zona, ya que cuenta con un carril por sentido”, apunta el diputado regional del PSOE José Manuel Franco. El plan de carreteras de la Comunidad de Madrid 2007-2011 incluye dos actuaciones en la zona que se antojan relevantes: la duplicación de la calzada de la M-600... Y de la M-404.
Los informes del Plan Director señalan que el aeródromo llevará aparejado "el aumento del número de vehículos en las carreteras próximas, pero no tendrá un efecto negativo sobre ellas". Para llegar a tal conclusión se recuerda que existe una planificación de dos carreteras de circunvalación de la M-600, reflejado en el Plan General de Navalcarnero, así como la conexión de una de ellas con el desdoblamiento de la M-404. "En el plan de carreteras de la Comunidad está previsto el desdoblamiento de estas dos carreteras. Por tanto, aunque aumente el tráfico existente, también aumentarán las infraestructuras viarias", es el argumento.
La intención de la Comunidad es que el aeródromo estuviera operativo como tarde para 2018, cuando concluye la concesión de cinco años del aeropuerto de Barajas para gestionar la aviación corporativa. La inversión necesaria, que el Ejecutivo madrileño calcula en 230 millones de euros —compra de suelo a particulares incluida—, correría a cargo de una empresa privada a la que se concedería la gestión de la infraestructura durante unos 40 años. Frente al plan del Gobierno regional, los responsables de la infraestructura existente entre Toledo y Madrid plantean un aeródromo conjunto. Entre sus argumentos es que ya cuentan precisamente con una pista de un kilómetro, “ampliable a la distancia que se requiera”. La pista que los planos del Plan Director sitúan al otro lado de la M-404 es la de mil metros, esto es, la más pequeña del supuesto aeródromo del suroeste. “Otra de las ventajas con que contamos es que la comunicación con nuestro complejo no encontraría obstáculos, ni de carreteras o de núcleos de población. Ahora solo hay campo”, cierra Elduayen.
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