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Muere a los 81 años el actor gallego Antonio ‘Tucho’ Lagares

Participó en series como 'Pratos combinados', 'Mareas vivas', o Terras de Miranda'

Antonio ‘Tucho’ Lagares
Antonio ‘Tucho’ Lagares

El actor gallego Antonio 'Tucho' Lagares ha fallecido en la madrugada de este 4 de julio en A Coruña, la ciudad en la que había nacido hace 81 años, informa la sociedad de gestión de derechos de autor AISGE.

Su rostro era muy popular en Galicia gracias, sobre todo, a sus papeles en algunas de las series de mayor éxito de la televisión autonómica, desde 'Pratos combinados' a 'Mareas vivas', 'Terras de Miranda' y 'As leis de Celavella', referentes en el audiovisual gallego de las dos últimas décadas. Como otros intérpretes destacados de Galicia, tuvo ocasión de presentarse al público nacional en filmes de prestigio rodados en su tierra, como 'La lengua de las mariposas', de José Luis Cuerda, y 'El lápiz del carpintero' (Antón Reixa). Su último papel en el cine fue 'Lobos de Arga' (Juan Martínez Moreno), rodada cuando ya le había atrapado la enfermedad.

La televisión le aportó cierta notoriedad y el cine, prestigio y nuevas experiencias que le resultaron satisfactorias. Pero lo que de verdad le gustaba, según cuentan sus allegados, era el teatro, donde tuvo en su juventud los primeros contactos con la profesión. Ahí, libre de la rigidez de los guiones y las posiciones que impone el audiovisual, dueño del escenario y con licencia para ofrecer algo inesperado, se sentía más plenamente feliz. Una anécdota ilustra bien su querencia por la improvisación. En cierta ocasión participaba en una versión de La verbena de la Paloma que se representaba en su ciudad. Interpretaba a un guardia que hacía ronda junto a un compañero. Éste le preguntaba: "¿Qué hacemos?", a lo que él repuso: "Vamos a dar una vuelta a la manzana". Acto seguido, sacó del bolsillo una manzana, la colocó en el suelo y dio una vuelta alrededor de ella. Obviamente, tal episodio no estaba previsto en el guión, pero para él esa inventiva era inherente al oficio de actor.

No fue la única zarzuela en la que participó Lagares, que tuvo la ocasión de efectuar incursiones en el género chico a través de varias producciones gallegas. En una de ellas, La corte del faraón, fue más allá de la mera aparición secundaria y asumió un papel que implicaba interpretación y canto. Se defendió en esta faceta muy dignamente, exhibiendo su buena voz y demostrando su versatilidad artística. El trabajo debió dejar poso entre compañeros y amigos, que en adelante comenzaron a apodarle 'El faraón'. Lo recuerda bien su viuda, Fely Manzano, también actriz, a quien en adelante sus amigos aprovechaban cualquier ocasión para darle, con cariñosa sorna gallega, "recuerdos para el faraón".

Tucho Lagares y su esposa llegaron a compartir algún trabajo, como la serie Pratos combinados, a la que Fely había llegado primero. Sin embargo, no tenían escenas conjuntas, lo que a ella le producía cierto alivio "porque no me gusta mucho trabajar de tú a tú con gente de mi familia". Pese a todo, hicieron algunos cortometrajes juntos, como O Trasto, Rosas y As Muxicas, un trabajo este último del que Tucho Lagares estaba especialmente orgulloso. Con razón, según recuerda Fely, "puesto que en ese papel estaba sensacional".

Su compañera de vida y de oficio, seguramente la voz más autorizada para recordar sus principales virtudes como actor , destaca de Tucho su gran vis cómica. "También tenía condiciones para los dramas, y de hecho los hizo, pero donde de verdad estaba estupendo y disfrutaba era en la comedia". Si es cierto que resulta más difícil hacer reír que llorar, esto habla de su calidad profesional. De la humana, su viuda apunta que la reacción inmediata de los allegados al conocer la noticia de su fallecimiento es reveladora. "Fue una persona muy cariñosa, muy amigo de sus amigos y muy buena gente. La gente lo quería mucho. Llevaba tiempo enfermo y los últimos tiempos fueron duros. Pero llega el momento y todos nos vamos. Él se marcha dejando aquí mucho cariño". Las muestras de dolor y afecto para sus familiares se han sucedido en cuanto se ha conocido la muerte del que era el socio número 5.495 de AISGE, entidad a la que pertenecía desde octubre de 2006.

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