Atrapado en el futuro retén

“Se escuchó a un hombre pidiendo socorro”, señalaba ayer una vecina y propietaria de una tienda cercana. El hombre había entrado en la zona vallada de las obras del retén de policía local y bomberos del barrio del Carmen de Valencia, que llevan casi un año y medio paralizadas. “Se armó un buen jaleo con la policía por todos lados”, explicaba una transeúnte que vio el pasado jueves cómo el futuro retén, en pleno centro de Valencia, era cercado por los agentes.

“Pasó lo que tenía que pasar: que alguien entró y sufrió un accidente... Y que no hayan pasado más cosas, porque un edificio no puede estar a medio construir tanto tiempo en un barrio como este”, terciaba otra vecina del Carmen, una zona habitual de copas y actividad nocturna.

El hombre, un inmigrante de Costa de Marfil de unos 30 años, resultó herido, aunque de levedad. Fue atendido primero por una unidad del Samur y luego en un hospital. Se había precipitado al vacío, pero no desde una altura importante. Del edificio, se ha levantado la estructura, todas sus plantas y buena parte de los tabiques. La concejal de Esquerra Unida Rosa Albert ha denunciado el abandono del inmueble, el peligro que genera la obra en construcción y la indefensión de los vecinos.

En un principio, la investigación apuntaba a la posibilidad de que el joven intentara robar cableado o material de obra para venderlo como chatarra. Después se comprobó que había estado bebiendo alcohol desde primera hora de la mañana en un bar cercano, antes de decidir saltar la valla e internarse en el retén.

El inmueble ocupa el espacio entre las calles Alta y San Miguel donde con anterioridad se emplazaba una barraca, que servía de casal fallero. De hecho, la decisión del Ayuntamiento de construir un retén de policía local y bomberos por tres millones de euros fue muy criticada por los falleros. La alcaldesa Rita Barberá, puso la primera piedra en febrero de 2011.

La empresa adjudicataria, Cleop, entró en concurso de acreedores y las obras se paralizaron. La firma, no obstante, culpó a los impagos y retrasos municipales de la suspensión de la construcción. Tras la resolución del contrato, el Ayuntamiento ha sacado a licitación por procedimiento negociado sin publicidad, y un presupuesto de 1,9 millones de euros, la finalización de las obras. El plazo de ejecución estimado es de nueve meses.