Magia secreta en la cripta

1. Teatro Compac Gran Vía. Es aquí donde empecé con Espinete no existe hace ya siete años. Ha sido una parte importantísima en mi vida y siempre vuelvo. Parece que es mi teatro. ¡Ojalá lo fuera! Nos está dando casa hasta tal punto que nos permite reconvertirlo en lo que queremos: un bar, una discoteca… (Gran Vía, 66).

2. La Latina. La zona de los Austrias es mi zona de vivir desde hace 14 años. Es mi pueblo y me gusta caminarlo. De hecho, las tres casas en las que he vivido han estado en ese barrio. Todo lo tienes cerca.

3. La Gran Vía. Es la calle por la que más paso. La ando de arriba abajo y me fijo siempre en los espectáculos que ofrece la competencia. Me gusta ver todo lo que hay. Cuando estoy fuera y la veo en los medios siento una especie de añoranza. Es la parte más emblemática, una vena por la que respira la ciudad. Es variopinta, llena de colores y nacionalidades. Los heavis del Rock Plaza y el gigante vestido de mujer son mis personajes preferidos de esa gran avenida. Arquitectónicamente es preciosa.

4. Panta Rhei. Todos los libros que me compro últimamente son de ahí. Los puedo tocar, palpar, oler. Es maravilloso. Y si no tienen algo, te lo piden. Mi última adquisición fue un libro de Los Muppets, de Jim Henson. Sin duda mi librería favorita de Madrid (Hernán Cortés, 7).

5. Restaurante Palacio de Anglona. Lo tengo justo al lado de mi casa, está abierto siempre y me atienden estupendamente. Es el lugar ideal para charlar con alguien. Tienen la música suave y la luz tenue, la atmósfera es perfecta. Y está todo buenísimo. Las croquetas son una muy buena elección, pero la ensaladilla con melocotón es lo más. La mejor que he probado nunca (Segovia, 13).

6. Jardín del Príncipe de Anglona. Es un jardín secreto. A veces está más cuidado, otras más dejado, dependiendo de la época del año. Me gusta que esté entre muros, que tengas que saber que está ahí para entrar. Es el lugar con el que fantaseo ir a leer, porque nunca tengo tiempo.

7. El Rastro. Voy cada domingo y me encanta. Pero no a la zona esa multitudinaria, que es espantosa, sino a la calle de Mira el Río Baja. Todas las tiendas son de antigüedades y desemboca en la plaza donde ponen todos los puestecitos de cómics y libros antiguos. Cada domingo es un reto, si encuentro lo que busco me voy feliz a mi casa.

8. Gimnasio Palacio de Santa Ana Sport Club & Spa. Es maravilloso. Voy todos los sábados a relajarme. Es como un premio después de toda la semana ejercitándome en el gimnasio, el sábado lo dedico a disfrutar. Es pa tumbarse, es pa relajarse, Spa (Plaza del Ángel, 6).

9. La Cripta Mágica. Es un lugar secreto de magia. Hay que entrar con contraseña, con mucha intriga. Es un teatro muy pequeñito y todo está decorado con motivos de magos antiguos. Me fascina. Entrar es todo un ritual (Tarragona, 15).

10. Mi Casa. Es el museo del horror. Colecciono autómatas del siglo pasado que compro en subastas de todo el mundo. ¡Imagínate mi casa! Tengo caballitos de feria del siglo XIX, autómatas, máquinas tragaperras antiguas de manivela. Lo de este siglo no me interesa en absoluto.